El ruido de sables entre Arabia Saudí e Irán sobre Yemen ha alcanzado un pico peligroso, cuando este pasado jueves 9 de abril, el portavoz del ejército saudí, el general Ahmad Al-Assiri, advirtió: “los barcos iraníes tienen derecho a estar presentes en aguas internacionales, pero no se les permitirá entrar en aguas territoriales yemeníes”
Esta fue la réplica de Riad ante la decisión iraní de desplegar la Flotilla 34 de su marina de guerra, que consiste en el destructor Alborz y el buque de guerra porta-helicópteros Bushehr, en el Golfo de Adén frente a la costa de Yemen.
El general de Arabia señaló que Irán no había evacuado a ninguno de sus ciudadanos en Yemen porque, según él: “todos están involucrados en entrenar y armar a los huthis”.
Poco después de lanzar su ofensiva aérea a finales de marzo contra los rebeldes respaldados por Irán y las fuerzas leales al derrocado presidente Ali Saleh, los saudíes tomaron el control del espacio aéreo del país para impedir el desembarco de suministros iraníes transportados por aire para los huthis. A los vuelos rusos también se les prohibió aterrizar en el país en conflicto.
El general Al-Assiri emitió una amenaza aún más contundente: “Los iraníes que planean permanecer en el país se enfrentarán a la misma suerte que los Huthis y sus partidarios”.
Esto implica que los iraníes de la Guardia Revolucionaria no pueden abandonar Yemen y están amenazados de muerte si son detectados.
Teherán decidió enviar su fuerza naval más eficaz al Golfo de Adén cuando se dio cuenta de que Riad no accedería a sus advertencias de retroceder en Yemen.
El portahelicópteros Bushehr realizó su primer viaje a Port Sudan a finales de 2012 y tiene las siguientes características:
El nuevo buque de 13.000 toneladas transporta 12 helicópteros de ataque iraní, una tripulación de 200 personas y tiene un alcance de 8.000 millas náuticas que le permitiría llegar a la costa de Estados Unidos. Hay cinco puntos de aterrizaje en sus cubiertas y cuatro plazas de aparcamiento, así como misiles antiaéreos SM-1 y SAM y cañones antiaéreos de 40 mm Fath-40. Teherán invirtió 800 millones de dólares en su primer portahelicópteros.
UN POSIBLE CONFLICTO
Si Teherán no se asusta ante la amenaza saudí y ordena al buque Bushehr que navegue en aguas territoriales yemeníes, sus armas y misiles podrían tener radio de acción suficiente como para atacar objetivos en la vecina Arabia Saudita, más al norte. Teherán podría justificar este ataque escudándose en que el presidente yemení, Abd Rabbo Mansour Hadi, habría recibido asilo en Arabia Saudita.
Abd Rabbo Mansour Hadi
Sin embargo, la Fuerza Aérea de Arabia también estaría en disposición de bombardear el Bushehr y otros buques de guerra para alejarlos de la costa yemení, e incluso hundirlos.
Las fuentes de Debka.com predicen que esta colisión aeronaval probablemente sería limitado en extensión, en el caso de producirse.
Tras alcanzar un punto máximo de tensión,próximo a una peligrosa crisis, el choque más probablemente se vería contenido, antes de que se convirtiera en una guerra en toda regla entre Arabia Saudita e Irán.
El apoyo de la administración Obama a la intervención de Arabia Saudita en apoyo del presidente de Yemen, de hecho ha sido calculada para mantener a Irán bajo control.
El martes 7 de abril, el secretario adjunto de Estado estadounidense, Antony Blinken, llegó a Riad y declaró: “Arabia Saudita está enviando un fuerte mensaje a la huzíes y sus aliados, diciéndoles que no pueden invadir Yemen por la fuerza. Como parte de ese esfuerzo, hemos acelerado las entregas de armas, hemos aumentado nuestro intercambio de inteligencia, y hemos establecido una célula de planificación conjunta y coordinación en el centro de operaciones de Arabia”.
Con ello, EEUU le envía un mensaje claro a Teherán.
- Teherán estaba siendo advertido de que no cometa el error de asumir que sus acuerdos con Washington, incluyen licencia para agredir a Arabia Saudita.
Teherán fue notificado de que los jefes operativos saudíes recibirán información de inteligencia recogida por un satélite militar de Estados Unidos sobre la región, a través de su centro de coordinación conjunta en Riad. Esta información de inteligencia también cubriría los movimientos de los buques de guerra iraníes en el Golfo de Adén y el Mar Rojo.
Información adicional de ayuda vital de Estados Unidos llegó el jueves 9 de abril de parte del portavoz del Pentágono, el coronel del Ejército Steve Warren. Anunció que la Fuerza Aérea de Estados Unidos había iniciado una misión de reabastecimiento en vuelo para “la misión liderada por Arabia, consistente en ataques aéreos contra los rebeldes chiitas Houthi en Yemen”. En su primera misión del miércoles, un avión estadounidense KC-135 Stratotanker reabasteció a un F-15 Eagle de la Fuerza Aérea Saudí y a un F-16 de los Emiratos Árabes Unidos.
Warren dijo que el Comando Central de Estados Unidos no entraría en el espacio aéreo yemení para llevar a cabo este tipo de asistencia aérea.
Sin embargo, un potencial choque militar aéreo o marítimo entre Arabia Saudita e Irán en las costas de Yemen no se puede descartar, sobre todo después de que Riyadh fortaleciera las tensiones este viernes con la prohibición impuesta a los vuelos iraníes que transportan peregrinos a La Meca.
No sería el primer tiroteo que se desencadenara en este conflicto yemení.
A principios de esta semana, los buques de guerra egipcios e iraníes intercambiaron disparos en su lucha por el control de la estratégica Bab el-Mandeb.
El episodio terminó con los barcos iraníes recibiendo la orden desde Teherán de romper el contacto y distanciarse de los barcos egipcios.
El comandante de la Armada iraní, el Almirante Habibollah Sayyari, más tarde negó informes que aparecieron en los medios de comunicación del Golfo que afirmaban que buques de guerra egipcios habían forzado a los buques de guerra iraníes a retirarse y a dejar el Golfo de Adén.
La tensión incendiaria en todo el Golfo de Adén y el creciente temor a una intervención militar saudí-iraní ha recaudado suficiente nivel de alarma en Occidente, como para que las flotas de EEUU, Francia y Gran Bretaña mantengan una presencia naval en el Golfo y estén en estado de alerta.