El punto de vista tradicional ha sido que el Anticristo será un europeo de origen romano. Esta idea se basa en una declaración de Daniel 9:26 que dice que el Anticristo, conocido como “el príncipe que ha de venir”, será del “pueblo que destruya el Templo”. Los romanos demostraron ser ese pueblo que destruyó el Templo en el 70 AD.
¿GENTIL O JUDÍO?
Los eruditos han estado divididos en cuanto a que si esta persona de herencia romana será o no un gentil o un judío. Muchos han señalado a Juan 5:43 para argumentar que el Anticristo será un judío. Ese versículo cita a Jesús diciendo: “Yo he venido en nombre de Mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis”. El argumento extraído de esta declaración es que el Anticristo debe ser un judío para que los judíos lo acepten como su Mesías.
Pero otras profecías en la Biblia dejan en claro que los judíos nunca aceptarán al Anticristo como su Mesías. De hecho, se nos dice a quemarropa que cuando el Anticristo se declare a sí mismo ser Dios en el punto medio de la Tribulación, los judíos se indignarán y lo rechazarán, provocando que él se vuelva con furia contra ellos con el propósito de aniquilarlos (Ap. 12:13-17).
EL ARGUMENTO GENTIL
Entonces, ¿qué quiso decir Jesús cuando dijo que “si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis”? Aquellos que argumentan que el Anticristo será un gentil responden diciendo que el Anticristo será aceptado por el pueblo judío como su salvador político cuando él implemente un tratado que garantizará su seguridad y que les permitirá reconstruir su Templo (Dn. 9:27). Pero los judíos nunca recibirán al Anticristo como su salvador espiritual. Así que cuando él se declare ser Dios, ellos lo rechazarán.
Hay otra evidencia bíblica de que el Anticristo será un gentil. Por ejemplo, Ap. 13:1 lo presenta como una bestia que surge “del mar”. El mar es usado en las Escrituras para simbolizar a las naciones gentiles (Dn. 7:3 y Lc. 21:25). En contraste, la mano derecha del Anticristo y líder espiritual es descrito en Ap. 13:11 subiendo de la tierra. Esta referencia a la tierra es una indicación que el Falso Profeta será un judío que surgirá de la Tierra Prometida de Israel.
¿Posiblemente un musulmán?
¿Podría el Anticristo ser posiblemente un musulmán? Ésta es una nueva idea que parece estar propagándose rápidamente hoy debido al despertar del Islam y al avivamiento de su meta territorial de conquistar el mundo para Alá. Recientemente leí cuatro libros relacionados con este tema. Uno establece la base bíblica, sin asegurar que el Anticristo será en realidad un musulmán. Los otros tres usan esa fundación para hacer la aseveración. El libro que proporciona el fundamento bíblico – y el mejor libro de los cuatro – se titula La Conexión Asiria (The Assyrian Connection). Fue escrito en 1993 por
Phillip Goodman. Una edición revisada fue publicada en el 2003. Goodman es un especialista en profecía bíblica que reside en Tulsa, Oklahoma. Es un estudiante astuto de la Biblia y un maestro talentoso que basa todo lo que escribe y dice en la Escritura.
EL LIBRO DE GOODMAN
En su libro, Goodman argumenta que el Anticristo surgirá del ala oriental del antiguo Imperio Romano, proviniendo de la antigua esfera de influencia griega que fue incorporada a ese imperio. Siendo aun más específico, argumenta que el Anticristo provendrá del área seléucida de la esfera griega – específicamente, de Asiria, lo que significa la moderna Siria o Irak. Aunque nunca declara específicamente que el Anticristo será un musulmán, deja esta clara impresión al afirmar que provendrá de un área dominada por el Islam. Para la evidencia bíblica de su tesis, Goodman apunta a la descripción del Anticristo en Apocalipsis 13:2, donde es retratado simbólicamente como un leopardo, con los pies de un oso y la boca de un león. Esta imaginería proviene directamente de Daniel 7 donde el Imperio de Babilonia es descrito como un león, el Imperio Medo-Persa es descrito como un oso, y el Imperio Macedónico o Griego de Alejandro Magno es descrito como un leopardo. Goodman argumenta que debido a que la característica dominante del Anticristo en Apocalipsis 13:2 es su cuerpo de leopardo, esto es una indicación de que el Anticristo surgirá del área del Imperio Griego que fue incorporada al Imperio Romano.
Después, él reduce la búsqueda geográfica señalando a Miqueas 5:5, donde una profecía del tiempo del fin menciona a “el asirio” invadiendo la tierra de Israel. Él argumenta que esto es una referencia al Anticristo. Él luego apoya su argumento haciendo referencia a Daniel 8, donde Daniel habla acerca de una visión que le fue dada acerca de una sucesión de imperios. Daniel dice que vio a un carnero representando al Imperio Medo-Persa (vs. 3 y 20) y que fue pisoteado por un macho cabrío, representando al Imperio Griego (vs. 5-7 y 21). El macho cabrío tenía un “cuerno notable entre sus ojos”, representando a Alejandro Magno. Pero entonces Daniel informa que vio un gran cuerno “quebrado” (simbolizando la muerte de Alejandro) y que “en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables”, representando las cuatro divisiones del Imperio Griego que fueron creadas después de la muerte de Alejandro.
De una de estas cuatro divisiones del Imperio de Alejandro, Daniel fue testigo de la emergencia de“ un cuerno pequeño, que creció mucho” (verso 9).
ANTÍOCO EPÍFANES
Casi todos los eruditos de la Biblia coinciden que este cuerno pequeño representa a Antíoco Epífanes, un tirano que surgió de la sección seléucida del Imperio de Alejandro. Él es descrito en detalle en los versos 23-26 en lo que suena como una descripción clásica del Anticristo, dejando en claro que Antíoco fue un tipo del Anticristo. De hecho, esto se hace bastante claro en los versos 17 y 19 donde Gabriel le dice a Daniel que la profecía no hallará su cumplimiento hasta el “tiempo del fin”. Así pues, si el tipo del Anticristo – Antíoco Epífanes – era de Seleucia, entonces Goodman argumenta que el Anticristo también provendrá de la misma área (Siria/Irak) y será, por tanto, un asirio.
UNA SUCESIÓN DE IMPERIOS
Otro argumento que Goodman utiliza para substanciar la conexión asiria del Anticristo está basado en un pasaje en Apocalipsis 17:9-11, donde existe una referencia a siete imperios. Cinco son mencionados como “caídos” (Egipto, Asiria, Babilonia, Medo-Persia y Grecia). El sexto es “uno es” – a saber, el que existía en esa época (Roma). El séptimo es llamado el que “aún no ha venido” (el imperio que dará a luz al Anticristo). Apocalipsis 13:1-3 también menciona estos siete imperios y declara que el Anticristo surgirá del que regresa a la vida en los tiempos del fin. La interpretación tradicional es que ésta es una referencia al renacimiento del Imperio Romano.
Pero Goodman dice que no. Él argumenta que todos los reinos siguieron existiendo en un grado u otro, excepto el asirio. Argumenta que fue el único que dejó de existir totalmente y, por lo tanto, es el que será resucitado de los muertos en los tiempos del fin. Para apoyar esta conclusión con la Escritura, Goodman cita Daniel 7:12, donde se le dice a Daniel que “les había sido prolongada la vida hasta cierto tiempo” a las bestias que simbolizaban a los imperios mundiales. Goodman ofrece un número de otros argumentos a favor de su tesis, pero éstos son los claves. Ahora evaluémoslos.
RESPONDIENDO A GOODMAN
Con respecto a la descripción simbólica del Anticristo en Apocalipsis 13:2 siendo como un leopardo con pies de un oso y la boca de un león, no veo ninguna razón para aprovechar la mención del leopardo para concluir que el Anticristo surgirá de la esfera griega del antiguo Imperio Romano. Creo que todo lo que este pasaje está diciendo es que el reino del Anticristo tendrá las características de estos tres reinos – veloz como un leopardo, fuerte como un oso y mortal como un león. Y ciertamente ése será el caso, ya que tenga en cuenta que el libro de Apocalipsis revela que ¡el Anticristo conquistará el mundo entero en sólo tres años y medio!
MIQUEAS 5:5
Tampoco creo que haya alguna validez en el uso de Miqueas 5:5 para determinar la identidad nacional del Anticristo. Miqueas 5:3-15 es enteramente acerca del Milenio. El Anticristo habrá muerto y desaparecido para esa época. Apocalipsis 19:20-21 dice que en la Segunda Venida de Jesús – al final de la Tribulación – el Anticristo y su Falso Profeta serán lanzados al lago de fuego donde serán atormentados eternamente (20:10).
Creo que todo lo que el profeta está diciendo en Miqueas 5:5-6 es que durante el Milenio el Señor protegerá a Israel de todos sus enemigos naturales – simbolizado por Asiria (el enemigo de Israel en la época que el profeta escribió).
DANIEL 8
Con respecto a Daniel 8, no hay duda de que este capítulo es una profecía de que Antíoco Epífanes, quien es un tipo bíblico del Anticristo, surgiría de una de las cuatro divisiones del Imperio de Alejandro que fueron creadas después de su muerte. También está claro que el capítulo declara que lo que se dice acerca de la naturaleza de Antíoco, aplica al Anticristo en los tiempos del fin (Daniel 8:17 y 19). Pero el foco principal del capítulo está en la personalidad y carácter del Anticristo (versos 23-26), no en su origen. Tenga en cuenta que hay muchos otros tipos simbólicos del Anticristo en la Escritura además de Antíoco. Incluyen a personas tales como el Faraón de Egipto, el Rey Saúl de Israel; el Hijo de David, Absalón, y el Rey Herodes. Algunos de éstos son judíos, pero eso no significa que el Anticristo será judío. Uno de los más importantes, el Faraón del Éxodo, era de Egipto, pero eso no significa que el Anticristo será un egipcio.
Ellos, al igual que Antíoco, son tipos del Anticristo debido a su rebelión contra Dios y porque intentaron exaltarse a sí mismos sobre Dios. También recuerde que los tipos simbólicos nunca son exactamente iguales de lo que simbolizan. José, por ejemplo, es un tipo simbólico de Jesús.
Pero aun más importante es el hecho que Antíoco Epífanes era de herencia griega. Él no era un asirio. Así pues, si la profecía de Daniel 8 está señalando la herencia del Anticristo, está indicando que será un romano de herencia griega. En enero de 1980 la revista Time anunció que había escogido al nuevo gobernante de Irán, el ayatolá Khomeini, como el “Hombre del Año” para 1979. El ascenso al poder del ayatolá es lo que provocó el renacimiento moderno del Islam. Murió en 1989. Es el resurgimiento del Islam, junto con la caída del Comunismo que ha llevado a algunos estudiantes de la profecía bíblica a reconsiderar el significado de las profecías del tiempo del fin.
APOCALIPSIS 17
El argumento más débil que Goodman intenta usar es el que basa en Apocalipsis 17:9-11. Su afirmación de que todos los imperios incluidos en este pasaje han continuado hasta este día, excepto el asirio, simplemente no puede ser justificado en la historia. El Imperio babilónico dejó de existir repentinamente cuando fue derrocado por el Imperio Medo-Persa. Doscientos años más tarde, cuando Alejandro Magno visitó el sitio de la capital del Imperio, no quedaban más que ruinas.
La Biblia profetiza específicamente que Babilonia sería derrocada por los medos y que, a partir de entonces, “nunca más será habitada, ni se morará en ella de generación en generación” (Is. 13:17-20). Esa profecía se cumplió parcialmente en el año 539 a.C. cuando los medos y los persas conquistaron Babilonia. Se cumplió en su totalidad en los años siguientes cuando la ciudad entró en una lenta decadencia, terminando finalmente en ruinas. Y tal como fue profetizado, la ciudad ha permanecido desolada hasta este día (a pesar de rumores persistentes de que está siendo “reconstruida”).
La conclusión es que no hay ninguna manera de evitar el hecho de que los imperios egipcio, asirio, babilónico, medo-persa y romano dejaron de existir. Y no hay manera de argumentar razonablemente que todos ellos han continuado hasta nuestros días excepto el asirio y, por lo tanto, es el que será resucitado en los tiempos del fin. El contexto de la sucesión de Daniel de los imperios mundiales retratados en los capítulos 2 y 7 es que el imperio del Anticristo será un renacimiento del último de los imperios en la serie – el Imperio Romano. Esta discusión me recuerda al Sacro Imperio Romano que existió desde aproximadamente el año 800 d.C. hasta el año 1806. Se trataba de un intento por parte de tribus germanas para mantener con vida al Imperio Romano. Pero era muy limitado en su alcance y existía principalmente en papel, lo que llevó a Voltaire a observar, “No es ni sacro, ni romano ni un imperio”.
UNA IMPORTANTE REVISIÓN
En la revisión del 2003 de su libro, Goodman decidió que el séptimo imperio de Apocalipsis 17 debería cambiarse de un renacimiento del Imperio Romano al Imperio Otomano (1299-1923). Pero siguió argumentando que el Anticristo surgirá del revivido Imperio Asirio. Echemos una mirada cuidadosa al pasaje de Apocalipsis 17. Comienza haciendo referencia a la bestia escarlata (el Anticristo) sobre en la que la gran ramera (la religión apóstata del Anticristo) se sienta. Dice que la bestia tiene siete cabezas. “9. Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, 10. y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. 11. La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición”. Considerando el momento en que este pasaje fue escrito (95 d.C.), los cinco reyes “caídos” serían los siguientes imperios: egipcio, asirio, babilónico, medo-persa y griego. El imperio “que es” – el existente en la época en la que Apocalipsis fue escrito – sería el romano. El que ha de venir sería el renacimiento del Imperio Romano, que dará a luz al Anticristo (la Unión Europea). El octavo imperio sería el imperio mundial del Anticristo, que establecerá mediante la conquista militar durante la primera mitad de la Tribulación. El Imperio Otomano no puede insertarse en este pasaje. Hacerlo lo convertiría en el séptimo imperio. El octavo, de acuerdo con Goodman, sería el renacimiento del Imperio Asirio, convirtiendo al imperio mundial del Anticristo en el noveno. Pero el pasaje establece sólo ocho imperios.
Además, negar que el imperio a ser revivido sea el Imperio Romano es negar la importancia del renacimiento milagroso de ese imperio en nuestro día y época en la forma de la Unión Europea – un evento que ha sido predicho por expertos de la profecía durante cientos de años.