La sexta profecía maya dice que en los próximos años aparecerá un cometa cuya trayectoria pondrá en peligro la existencia misma del hombre.
Los mayas veían a los cometas como agentes de cambio que venían a poner en movimiento el equilibrio existente para que ciertas estructuras se transformasen permitiendo la evolución de la conciencia colectiva. Todas las cosas tienen un lugar que les corresponde.
Todas las circunstancias, aún las mas adversas, son perfectas para generar comprensión sobre la vida, para desarrollar la conciencia sobre la creación; por esto el hombre se ha enfrentado constantemente a situaciones inesperadas que le generan sufrimiento, es un modo de lograr que reflexione sobre su relación con el mundo y con los otros, así a lo largo de muchas experiencias, en muchas vidas, comprenderá las leyes universales de la razón de la creación. Para los mayas Dios es la presencia de la vida, tiene todas las formas y su presencia es infinita.
Los mayas veían a los cometas como agentes de cambio que venían a poner en movimiento el equilibrio existente para que ciertas estructuras se transformasen permitiendo la evolución de la conciencia colectiva. Todas las cosas tienen un lugar que les corresponde.
El cometa del que habla la sexta profecía fue también anunciado por muchas religiones y culturas. Por ejemplo en la Biblia, en el libro de las revelaciones, aparece con el nombre de ajenjo. Si el cometa aparece es posible que su trayectoria lo lleve a chocar con la tierra o también que por medio de físicos o síquicos logremos desviar su trayectoria.
Los cometas siempre han formado parte del sistema solar, miles de residuos atraviesan, cruzan, rozan, van y vuelven periódicamente e incluso chocan con los planetas que se mueven siempre tranquilos en orbitas regulares alrededor del sol.
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La comunidad científica acepta que hace 65 millones de años en el cretácico terciario un cometa cayó en Chixilub, en el océano atlántico, frente a la península de Yucatán, causando la extinción de los dinosaurios; su cráter de 180 Km. de diámetro contiene altas concentraciones de iridio, un elemento muy raro en la tierra pero común en los asteroides.
Se ha asociado la aparición de los cometas a situaciones difíciles como la que coincidió con la erupción del volcán Vesubio que destruyó a Pompeya en el año 79 de nuestra era, o con el derrocamiento del rey Harol por Guillermo el conquistador en Inglaterra que en el 1066 fue registrado en el tapiz de Bayeux. Han causado pánico colectivo: el Halley en 1910, entonces se presumió que su cola era de un gas venenoso, el cianuro, se vendieron millones de píldoras para protegerse de él; también han sido causantes de suicidios colectivos como el de los 39 miembros del culto Heaven gates en 1997, quienes creyeron que el enorme cometa Hale - Bopp. Con 40 Km. de diámetro venia a estrellarse.
Los cometas siempre han generado controversia pero tal vez nunca tanta como en 1456, cuando reapareció el cometa Halley y fue considerado un agente del diablo, el cual habría que expulsar de los cielos siendo excomulgado por el Papa Calixto III.
Fue Isaac Newton el que descubrió que la gravedad mantiene a los planetas girando en orbitas definidas girando alrededor del sol. Edmond Halley su contemporáneo utilizo estos cálculos para determinar las órbitas de los cometas anunciando que cada 76 años el cometa Halley regresaría, por este motivo lleva su nombre. También los cometas han causado desastres regionales como en Siberia, sobre el rió Tunguska, un asteroide de aproximadamente 50 metros de diámetro explotó en el aire en 1908 destruyendo instantáneamente 2000 Km. de espeso bosque. Algunos se han acercado bastante a la tierra como el cometa Iras Saraki Alcob que en 1983, se acerco a 6.000.000 de Km. y pudo causar una explosión mayor que si explotaran simultáneamente todas las bombas atómicas existentes.
Los mayas siempre estudiaron y registraron los eventos del cielo, su alerta fue prevenir al hombre los peligros de no conocer la orbitas y periodos de grandes residuos que se cruzan con la trayectoria conocida de la tierra. Ellos sabían que para el hombre moderno descubrir con anticipación un asteroide tan grande que pudiera causar su extinción y luego desviarlo sería uno de los mayores logros de la historia humana y un hecho crucial que nos uniría como especie.
Antiguamente la esfera celeste era el dominio de los dioses, la aparición sorpresiva de un objeto desconocido que dominaba la noche era motivo de miedo y misticismo; por ese motivo los mayas construyeron observatorios dedicados a estudiar dichos fenómenos. Querían entender sus impredecibles movimientos en el cielo, especialmente después que establecieron las posiciones de los planetas y las estrellas.
El peligro inminente nos obligaría a construir un nivel de cooperación internacional, a establecer un sistema de comando y control por encima de los países y una estructura de comunicación mundial seria la única manera que los países declinaran su soberanía a una identidad como las naciones unidas, dando paso a un gobierno mundial para el bien común, sería un cambio para aprender a trascender la separación que es la base de nuestra sociedad.