El gobierno de Ahmadinejad ya ha invertido miles de millones de dólares en Venezuela. En 2007, los dos países establecieron un fondo de US$2.000 millones para apoyar sus proyectos conjuntos, incluido uno para ayudar a países "antiimperialistas" en América Latina.
La muerte del mandatario venezolano, Hugo Chávez, tomó a muchos observadores por sorpresa en especial al presidente iraní, , quien declaró un día de duelo nacional por el fallecimiento de Chávez, convirtiéndolo así en la primera personalidad no musulmana a la que se recordará de esta forma desde que se estableció la República Islámica de Irán, en 1979.
Durante los ocho años de la presidencia de Ahmadinejad, Irán y Venezuela han mantenido relaciones muy cercanas.
Ambos mandatarios habían visitado el otro país una docena de veces, y Caracas siempre ha apoyado a Teherán en diversos asuntos en el seno de las organizaciones internacionales, incluido el programa nuclear iraní.
El gobierno de Ahmadinejad ya ha invertido miles de millones de dólares en Venezuela. En 2007, los dos países establecieron un fondo de US$2.000 millones para apoyar sus proyectos conjuntos, incluido uno para ayudar a países “antiimperialistas” en América Latina.
En 2010, las cercanas relaciones entre ambos países provocaron que el gobierno de Estados Unidos acusara a Caracas de ayudar a la Guardia Revolucionaria iraní a infiltrarse en América Latina, algo que Venezuela negó.
Sin embargo, nadie esperaba que Ahmadinejad fuera afirmar que Chávez, algún día “resucitará” como lo hizo Jesucristo. El presidente iraní desde su página web presidencial, escribió en lengua persa que “el espíritu elevado de un gran hombre, de la tierra de justos y libres, ascendió al cielo y sumió al mundo en el dolor; Venezuela perdió un hijo valiente, y el planeta, un líder sabio y revolucionario”.
Ahmadinejad resaltó que Chávez es un “mártir” que algún día regresará a este mundo acompañado de Cristo y de Mahdi, el redentor chiíta.
Los musulmanes chiítas iraníes creen que el prometido Mahdi, regresará a salvar el mundo acompañado de 313 individuos cuya “devoción pura” los hace ser los más sagrados entre los sagrados.
Todo parece indicar que en opinión de Ahmadinejad, el difunto presidente de Venezuela será incluso “más sagrado” que la vasta mayoría de los profetas de Alá que, según las creencias de los chiítas de Irán, suman 124.000.