Después que los radicales islamistas tomaran la ciudad a principios del mes de agosto, sale a la luz nuevos informes que muestran el sufrimiento de los cristianos frente a la crueldad del Estado Islámico. Muchos han tenido que huir sin llevar nada de cosas, otros han sufrido torturas, llegando incluso a perder la vida.
El pastor anglicano, Andrew White, estuvo en el lugar de los hechos, y en una entrevista emotiva con el medio Anglican Communion News Service (ACNS), dijo que el Estado Islámico asesinó a un niño que él bautizó hace varios años. Los padres del niño le pusieron su mismo nombre, Andrew.
El pequeño fue cortado por a la mitad durante un ataque en la ciudad cristiana de Qaraqosh. "Estoy por llorar, dijo. Yo hablé con una persona, cuyo hijo fue cortado por la mitad", contó Andrew White.
El hecho de que el hermano de Andrew tenga el nombre de George, por la Iglesia Anglicana de St George en la capital de Irak, demuestra los fuertes vínculos que la familia tuvo con la iglesia. El padre del niño fue miembro fundador de la iglesia en 1998 cuando llegó el primer pastor a Bagdad. White agregó: "este hombre, antes de que se retirara hacia el norte para reunirse con su familia, era el cuidador de la Iglesia Anglicana".
"La ciudad de Qaraqosh fue brutalmente atacada por los radicales islamistas. Lo bombardearon, dispararon a la gente" dijo White.
"La gente me dice: ¿Es realmente tan terrible lo que está sucediendo? ¿Pueden estas atrocidades ser real?.
Yo les digo: Sí. Es tan real y terrible", concluyó White.
Qaraqosh se ha convertido en un lugar de terror. Sus habitantes han huido, los que no pudieron salir a tiempo, fueron asesinados crucificados, una humillación final y un ultraje contra la persona.
La familia del chico, junto a muchos otros ciudadanos, han huido a la ciudad de Erbil. Sin embargo, noticias informan que también podría caer en manos de los islamistas, a medida que se expanden, por lo que dicen es su nuevo califato.