Las noches locas de los curas gays a la sombra del Vaticano

"Panorama", propiedad de Berlusconi, documenta la doble vida que llevan algunos sacerdotes en Roma

De día visten la sotana y por la noche frecuentan fiestas gays e incluso a chaperos

Los pecados contra el sexto mandamiento siguen poniendo colorada a la Iglesia católica. Tras la plaga de las "manzanas podridas" de los curas pederastas, se destapa en Roma ladoble vida de los curas gays a la sombra del Vaticano. Lo revela, con grabación de cámara oculta, la revista Panorama, propiedad de Berlusconi.
Durante 20 días un periodista de esa revista se ha dedicado a investigar, en compañía de un cómplice conocedor de las noches homosexuales romanas, si en las bacanales gaysque tienen lugar en la capital italiana participaban sacerdotes.
Y demuestra lo que muchos decían en privado: que proliferan los curas gayssexualmente activos, en contra de la instrucción publicada en 2005 por Benedicto XVI, en la que se prohibía el acceso al sacerdocio de los homosexuales.
En el reportaje de Panorama aparecen varios casos de curas de doble vida: de día visten la sotana y por la noche frecuentan fiestas gays e incluso a chaperos. Y, como prueba, la revista ha decidido relatar (empleando nombres falsos) el caso de tres de ellos.
El más llamativo es el de Paul (nombre falso), un sacerdote francés de 35 años. El periodista de Panorama y su cómplice lo encontraron el pasado día 2 de este mes en un conocido garito gay del barrio romano de Testaccio. Allí, el religioso y otros clientes del local se entretuvieron bailando con dos chaperos semidesnudos que llegaron a mantener relaciones sexuales con algunos de los asistentes.
Una vez fuera del local, el sacerdote invitó al cómplice del reportero a acompañarlo a su domicilio, cosa a la que éste accedió. Ya en la vivienda, el cómplice le pidió al sacerdote que se pusiera su sotana. El cura accedió y ambos mantuvieron entonces relaciones sexuales, oportunamente grabadas con la cámara oculta. Y así varios casos más.
Con detalles no sólo escabrosos sino también profanadores. Por ejemplo, uno de los sacerdotes, inmediatamente después de mantener relaciones sexuales con el chapero, celebra la eucaristía en la vivienda.
Ante las críticas de amarillismo, el director de Panorama,
Giorgio Mulé, explica: "Nosotros no pretendemos escandalizar, sino demostrar que no se trata de un caso aislado: existe una comunidad de sacerdotes sujeta a determinados comportamientos".
Y añade: "La investigación sobre el terreno comenzó el 2 de julio, en Roma, y continuó hasta el 17, tiempo necesario para verificar si se trataba realmente de curas. Cuando en al menos cuatro casos tuvimos la certeza de que así era, nos detuvimos: el tema ya era de por sí bastante embarazoso y además nuestro reportero se arriesgaba a exponerse demasiado".

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Las noches locas de los curas gays a la sombra del Vaticano

"Panorama", propiedad de Berlusconi, documenta la doble vida que llevan algunos sacerdotes en Roma

De día visten la sotana y por la noche frecuentan fiestas gays e incluso a chaperos

Los pecados contra el sexto mandamiento siguen poniendo colorada a la Iglesia católica. Tras la plaga de las "manzanas podridas" de los curas pederastas, se destapa en Roma ladoble vida de los curas gays a la sombra del Vaticano. Lo revela, con grabación de cámara oculta, la revista Panorama, propiedad de Berlusconi.
Durante 20 días un periodista de esa revista se ha dedicado a investigar, en compañía de un cómplice conocedor de las noches homosexuales romanas, si en las bacanales gaysque tienen lugar en la capital italiana participaban sacerdotes.
Y demuestra lo que muchos decían en privado: que proliferan los curas gayssexualmente activos, en contra de la instrucción publicada en 2005 por Benedicto XVI, en la que se prohibía el acceso al sacerdocio de los homosexuales.
En el reportaje de Panorama aparecen varios casos de curas de doble vida: de día visten la sotana y por la noche frecuentan fiestas gays e incluso a chaperos. Y, como prueba, la revista ha decidido relatar (empleando nombres falsos) el caso de tres de ellos.
El más llamativo es el de Paul (nombre falso), un sacerdote francés de 35 años. El periodista de Panorama y su cómplice lo encontraron el pasado día 2 de este mes en un conocido garito gay del barrio romano de Testaccio. Allí, el religioso y otros clientes del local se entretuvieron bailando con dos chaperos semidesnudos que llegaron a mantener relaciones sexuales con algunos de los asistentes.
Una vez fuera del local, el sacerdote invitó al cómplice del reportero a acompañarlo a su domicilio, cosa a la que éste accedió. Ya en la vivienda, el cómplice le pidió al sacerdote que se pusiera su sotana. El cura accedió y ambos mantuvieron entonces relaciones sexuales, oportunamente grabadas con la cámara oculta. Y así varios casos más.
Con detalles no sólo escabrosos sino también profanadores. Por ejemplo, uno de los sacerdotes, inmediatamente después de mantener relaciones sexuales con el chapero, celebra la eucaristía en la vivienda.
Ante las críticas de amarillismo, el director de Panorama,
Giorgio Mulé, explica: "Nosotros no pretendemos escandalizar, sino demostrar que no se trata de un caso aislado: existe una comunidad de sacerdotes sujeta a determinados comportamientos".
Y añade: "La investigación sobre el terreno comenzó el 2 de julio, en Roma, y continuó hasta el 17, tiempo necesario para verificar si se trataba realmente de curas. Cuando en al menos cuatro casos tuvimos la certeza de que así era, nos detuvimos: el tema ya era de por sí bastante embarazoso y además nuestro reportero se arriesgaba a exponerse demasiado".

"Panorama", propiedad de Berlusconi, documenta la doble vida que llevan algunos sacerdotes en Roma

De día visten la sotana y por la noche frecuentan fiestas gays e incluso a chaperos

Los pecados contra el sexto mandamiento siguen poniendo colorada a la Iglesia católica. Tras la plaga de las "manzanas podridas" de los curas pederastas, se destapa en Roma ladoble vida de los curas gays a la sombra del Vaticano. Lo revela, con grabación de cámara oculta, la revista Panorama, propiedad de Berlusconi.
Durante 20 días un periodista de esa revista se ha dedicado a investigar, en compañía de un cómplice conocedor de las noches homosexuales romanas, si en las bacanales gaysque tienen lugar en la capital italiana participaban sacerdotes.
Y demuestra lo que muchos decían en privado: que proliferan los curas gayssexualmente activos, en contra de la instrucción publicada en 2005 por Benedicto XVI, en la que se prohibía el acceso al sacerdocio de los homosexuales.
En el reportaje de Panorama aparecen varios casos de curas de doble vida: de día visten la sotana y por la noche frecuentan fiestas gays e incluso a chaperos. Y, como prueba, la revista ha decidido relatar (empleando nombres falsos) el caso de tres de ellos.
El más llamativo es el de Paul (nombre falso), un sacerdote francés de 35 años. El periodista de Panorama y su cómplice lo encontraron el pasado día 2 de este mes en un conocido garito gay del barrio romano de Testaccio. Allí, el religioso y otros clientes del local se entretuvieron bailando con dos chaperos semidesnudos que llegaron a mantener relaciones sexuales con algunos de los asistentes.
Una vez fuera del local, el sacerdote invitó al cómplice del reportero a acompañarlo a su domicilio, cosa a la que éste accedió. Ya en la vivienda, el cómplice le pidió al sacerdote que se pusiera su sotana. El cura accedió y ambos mantuvieron entonces relaciones sexuales, oportunamente grabadas con la cámara oculta. Y así varios casos más.
Con detalles no sólo escabrosos sino también profanadores. Por ejemplo, uno de los sacerdotes, inmediatamente después de mantener relaciones sexuales con el chapero, celebra la eucaristía en la vivienda.
Ante las críticas de amarillismo, el director de Panorama,
Giorgio Mulé, explica: "Nosotros no pretendemos escandalizar, sino demostrar que no se trata de un caso aislado: existe una comunidad de sacerdotes sujeta a determinados comportamientos".
Y añade: "La investigación sobre el terreno comenzó el 2 de julio, en Roma, y continuó hasta el 17, tiempo necesario para verificar si se trataba realmente de curas. Cuando en al menos cuatro casos tuvimos la certeza de que así era, nos detuvimos: el tema ya era de por sí bastante embarazoso y además nuestro reportero se arriesgaba a exponerse demasiado".

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