Después de casi tres años de negociaciones, las principales compañías de telefonía de EEUU han llegado a un acuerdo en materia de piratería web. Las empresas AT&T, Cablevision Systems, Comcast, Time Warner and Verizon han anunciado este jueves a primera hora su plan de penalizar a aquellos usuarios que realicen descargas ilegales con derechos de autor, según ha informado hoy la prensa estadounidense.
Las compañías de Internet advertirán hasta un total de seis veces a sus clientes sospechosos de piratear películas y música. Estos avisos llegarán a través del correo electrónico o de ventanas emergentes (pop-ups). También han comunicado que adoptarán medidas contra los infractores reincidentes que violen el copyright descargando material perteneciente a las discográficas y los grandes estudios cinematográficos.
En el pacto han precisado que no existirá solo una medida de bloqueo cibernético. Algunas de ellas son restringir la velocidad de navegación, limitar el acceso a las 200 principales web u obligar al usuario a seguir un curso sobre la propiedad intelectual. Las compañías de Internet, sin embargo, se han comprometido a no dar los nombres ni a la Asociación Cinematográfica ni a la Asociación de la Industria Discográfica de EE UU (la SGAE es la equivalente española), lo que no significa que los infractores no puedan verse expuestos a futuras citaciones legales.
"Es un método razonable para el problema de robo de contenido online y una manera de respetar la privacidad y los derechos de nuestros suscriptores", ha dicho Randal Milch, asesor general de la compañía Verizon.
El presidente de la Asociación de la Industria Discográfica de EE UU, Cary Sherman, ha declarado que es un acuerdo "sin precendentes" y que "marca el comienzo de un nuevo día y un nuevo enfoque para abordar el robo digital de obras protegidas".
Esta es una réplica de la francesa ley hadopi, también conocida como Ley de Creación e Internet, que entró en vigor el 1 de julio de 2010. Esta ley antidescargas no ha reducido la piratería, al contrario, ha aumentado el número de infractores digitales que en lugar de bajarse los contenidos los ven en streaming, es decir, visionado sin descarga.