El pastor venezolano Javier Bertucci, fundador de la Iglesia Cristiana Maranatha, desmintió las acusaciones que se le han formulado en el marco de la investigación periodística conocida como #PanamaPapers, indicando que no tiene bienes de fortuna, que no posee empresas ni cuentas bancarias en el exterior y que todas las donaciones que se le hacen a su Iglesia son enteramente voluntarias.
Bertucci, a quien en la investigación se le sindica de participar en sociedades locales y en el exterior, ha señalado, adicionalmente, jamás haber recibido dólares de Cadivi, ni haber hecho negocios con el Gobierno; y está abierto a ser investigado por las autoridades, afirmando no tener “nada que esconder”.
El presidente Nicolás Maduro anunció ayer que había comisionado a la fiscal general Luisa Ortega Díaz para que investigara a los más de 350 venezolanos señalados en la pesquisa del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, de los que algunos nombres, como el de Bertucci, Eudomario Carruyo y Jesús Villanueva Rojas (exfuncionarios de Pdvsa), Víctor Cruz Weffer (exjefe del Plan Bolívar 2000) y Adrián Velásquez (exedecán del fallecido presidente Hugo Chávez) y su esposa Claudia Díaz (exenfermera del mandatario cuando este enfermó de cáncer, y luego Tesorera Nacional) han salido a relucir.
Bertucci no se explica “como me han puesto a jugar en esa Liga”, señalando que no tiene bienes de fortuna y que no se puede comparar con hombres tan poderosos como Vladimir Putin o Lionel Messi.
Sobre las acusaciones, en concreto, afirmó que no puede figurar como socio de Stockwin Enterprise, empresa registrada en Panamá, con la que si tuvo un trato parcial cuando intentó importar carne para venderla barata en los barrios venezolanos. Señaló que el trato nunca se concretó porque se podía prestar a negociados y porque “finalmente, desde el Gobierno me dijeron que todas las importaciones las hacía el Estado”.
Agregó que en relación con una empresa vendedora de equipos médicos radicada en Miami, EE.UU., su única relación fue tratar de que le regalaran 13 estaciones de diálisis que el Medicaid de ese país había desincorporado, pero finalmente el trato no pudo concretarse. Reconoció que sí tiene una constructora en Venezuela, Construcciones Bertucci, que nunca ha tenido relaciones con el Gobierno por una razón muy sencilla: “solo está registrada, jamás operó”.
Finalmente, descartó también que se obligue a sus feligreses a hacer donaciones; insistió en que en la Iglesia Maranatha todas las donaciones son voluntarias y que 130 mil voluntarios sostienen la actividad de esta iglesia evangélica, conocida por el programa “El Evangelio Cambia” que transmiten dos canales de la TV venezolana en las madrugadas, así como sus actividades de entrega de comida, medicamentos y juguetes a los sectores más desfavorecidos.
Ironizó sobre la acusación de que su participación en Stockwin asciende a 5 millones de dólares, afirmando que “si tuviera ese dinero, lo invertiría en sopas para los pobres”.
Fundada en 2007, la Iglesia Maranatha ha crecido en forma exponencial y hoy se halla en 26 países de Latinoamérica, además de España. Señaló que no tiene ninguna intención de llevar este caso a tribunales, “porque soy un hombre de paz” pero sí indicó que su familia ha sufrido por las acusaciones y que “mi imagen y la de la Iglesia se han visto dañadas”.
Junto con Bertucci estaban decenas de sus feligreses y la rueda de prensa fue grabada por el equipo de televisión de “El Evangelio Cambia”.
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