La maldición al Estado de Israel y la salud de Chávez



El video de  la sombra que aparece detrás de Chávez durante la promulgación de la nueva Ley Orgánica del Trabajo no ha sido el único que ha circulado por internet como hechos “curiosos” en torno a la salud del Presidente.
Ejemplo de ello es el que presentamos a continuación. Peculiarmente luego de un año de las declaraciones que diera el Primer Mandatario Nacional, en alocución televisada, maldiciendo al Estado de Israel, el mismo personaje en cadena nacional dio a conocer que padecía de cáncer. ¿Coincidencia? Pues aquí les dejamos el video…

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JUICIO DE DIOS PARA VENEZUELA, 2010


JUICIO DE DIOS PARA VENEZUELA, 2010

Palabra de Dios de Juicio para Venezuela y de Juicio de Dios para su Pueblo que me fueron dadas a mi Ana Victoria Sanz, en Apure, Venezuela en la tercera semana del mes de Marzo de 2010. Para que las escribiera y se las entregara ya sea que las leyeran y las escucharan o las dejen de leer y de escuchar.

Así ha dicho Dios, el mismo Dios de los Ejércitos de ayer, de hoy y de siempre: “Oye bien y pon atento todo tu ser, a estas palabras que te hablo hoy, vuélvete a mí, vuélvete a mí, arrepiéntete y conviértete de tus malas acciones, de tus malas obras y de tus malos caminos ¿por qué moriréis? ¡Oye bien, Oh, venezolano y venezolana! ¡Oye bien, Oh, extranjero y extranjera que habitas en esta nación! ¿Por qué te empeñas a cerrar tus oídos? He aquí que el cielo se pone rojo mientras los incautos para confusión suya se sorprenden con la señal, en tanto salgo de mi lugar y desciendo sobre Venezuela, porque hollaré a esta nación como quien pisa un lagar de uvas con sus pies. La pisaré con mi ira y la fuerza de mi furor hará que se salpiquen en gran manera de rojo mis vestidos; con la fuerza de mi pie golpearé la tierra y esta abrirá su boca tan desmesuradamente que no habrá tiempo de pensar en nada y no descansará hasta saciarse del rojo purpura; con el mover violento de mis pies levantaré la gran marea roja que cubrirá las grandes ciudades costeras, y con mis saltos romperé las nubes y los rojos ríos bajarán de las montañas para cubrir los pueblos y con mi soplido agitado haré que la corriente enrarecida quite bruscamente el calor y cubra del frío rojo la tierra de débiles y fuertes; haré saltar de los montes las fieras que con su terror cubrirán de rojo las fronteras, llenaré los cielos de aves de rapiña de todo tipo y tanto será su ferocidad que volverán rojos los campos y como quien derrama un gran lagar desde lo alto, se empapará y salpicará el liquido rojo por todos lados, por el mar, por los campos, por las montañas, por los ríos, por los caños, por los pueblos, por las ciudades, por las quebradas, por las autopistas, por las avenidas, por las calles, por las veredas, por las cloacas, por las plazas y por los edificios y casas. Todo esto por la rebeldía y maldades de esta nación y por los pecados y desobediencia de mi Pueblo, que se empeña en no escuchar mi voz. No habrá quien escuche, no habrá donde acudir, no habrá a quién tocarle a la puerta, no habrá quién salve, cada quién correrá solo por su vida y no habrá terminado el aire de entrar completamente a sus pulmones cuando de nuevo mis pies se descarguen una y otra vez sobre esta nación, no se bastarán los que se conmuevan con tantas desolaciones seguidas hasta que cese de pisar.”

Venezolano, venezolana, extranjero y extranjera que habitas en esta tierra, así te dice el Señor, que hizo los cielos y la Tierra “¡Arrepiéntete y conviértete, vuélvete a Mí en tanto que hay tiempo, para que tenga misericordia de ti, no importa cuán pequeño o grande sea tu pecado, mi amor y misericordia aún se extienden hoy para ti, para limpiarte y perdonarte, vuélvete a Mí, hoy, porque desciendo con mi ira sobre este país, con mi juicio y ¡Ay de ti, que juntas hermosas casas, terrenos y empresas ávidamente con iniquidad y maldad en tu mano como si fueras a habitar tu solo la tierra! Pues tus muchas casas serán asoladas y quedarán sin que nadie de tu descendencia las habite. ¡Ay, de ti que amasas fortuna con los bienes de esta nación, que te sacias de los mejores vinos y te embriagas en tus banquetes fastuosos con las rameras, mientras alardeas con tus iguales la obra que han hecho tus manos y planeas con tu consejo tus nuevos manejos para engrandecer tu ego! ¿De qué te sirve lo que has logrado si la destrucción y muerte repentina tocará a tu puerta y lo que tienes no será más? ¡Ay, de ti que has entregado a los hijos de esta tierra a la muerte para mantenerte en el poder y para perpetuar tu grandeza! Dime ¿quién pone reyes y quita reyes? ¿No Soy Yo, Jehová de los Ejércitos? ¿Qué poder, fuera del Mío, puede engrandecerte, o humillarte, o quitarte o sostenerte en el tiempo? ¿No bajo Yo los ojos de los altivos y la soberbia de los grandes la pisoteo con mi pie? Tus hechos abominables llegaron al cielo y se volverán contra ti y tu descendencia, tus enemigos se volverán contra ti con la furia de muchos huracanes, también la naturaleza empeorará tus males, entonces, como liebre asustada acorralada por los perros, sin lugar donde esconderte y sin salida alguna, temblarás de terror, pero en mi misericordia por los muchos justos que claman por ti, dejaré que seas tú quien tomes la decisión de tu muerte. ¡Ay, de ti que violentas los derechos y la justicia del que reposa confiado en tu cuidado, que aprovechas tu poder para apoderarte de su heredad! ¿No Soy Yo, un Dios justo que extiendo mi mano para hacer valer el derecho y hacer resplandecer la justicia del justo? No habrá lugar donde te puedas esconder y tu dolor será en extremo grande. ¡Ay, de ti que te escondes tras la solapa y con tu cuello blanco maquinas en consejo, la forma de mover la voluntad de los jóvenes y de un pueblo para que se revelen contra la autoridad, colocándolos como carne de cañón para provocar el colapso que mueva la balanza hacia tus intereses! ¿No soy yo quién veo y peso en mi balanza los corazones? Pesaré tu corazón y lo encontraré falto y entonces tus blancos cuellos se volverán rojos y tus ojos no volverán a ver la luz. ¡Ay, de ti que vendes la nación al extranjero por unas cuantas monedas de plata! ¿No he hecho esta nación más rica que todas las demás de este continente, para que tú y tu familia con mi sabiduría trabajes y goces del fruto de su bien? Tu traición te perseguirá y alcanzará, tus entrañas se abrirán, otro ocupará tu lugar y la heredad que adquiriste con esa venta se bañará de sangre. ¡Ay, de ti que te empeñas en tener otros dioses, que desechas mi plan de salvación y te inclinas deliberadamente a la idolatría! ¿No habré Yo levantado tantos siervos míos de otras naciones y de esta misma nación para que enseñen a este pueblo que yo soy el único Dios? ¿No habré Yo roto la ligadura que mantenía legítimamente amarrada a esta nación a una fe idólatra? ¿Por qué te empeñas en no creer en Mí como único y verdadero Dios, celoso, que no comparto mi gloria con otros dioses que imitan mi poder? Yo Soy el único Dios que hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en él hay, que te formó y te da el aliento de vida, que lo entregó todo por ti, que despojé a Satanás de todo el poder de esclavitud, enfermedad, pobreza y muerte que tenía sobre ti, que pagué por precio de sangre por tu vida, que se inclina para escucharte y te extiende su mano para salvarte; pero tu encegueces tu entendimiento y te haces dioses y te tallas y moldeas imágenes pretendiendo que mi grandeza cabe en tu creación; Por tanto se ensancha el interior del sepulcro y no habrá quién oiga tu clamor, clamarás a tus dioses y no te oirán, suplicarás su ayuda y nunca llegará, pero ten en cuenta mi interés de que conozca que Yo Soy Dios y no aquellos a los que te postras hoy, que aún en mi misericordia por ti, en el día de la aflicción y de la destrucción repentina, si te acordares de estas Palabras y clamares a Mí y sólo a Mí, entonces yo oiré tu clamor y te mostraré que yo soy Dios. ¡Ay de ti que matas al inocente y despojas de él su bien, que arrebatas el pan del justo y dejas sin comida el hogar, que retienes con terror al que tiene para despojarlo de su riqueza, que coaccionas y asaltas al que bien trabaja, que no te importa enlutar a las familias con tu maldad, que dices a lo bueno malo y a lo malo bueno, que truncas la inocencia del infante y que siembras en la juventud tu ilusoria semilla de muerte, que devoras con tu maldad al joven y te enriqueces con su desgracia, que justificas al perverso de camino y al justo cercenas su derecho, que eres sabios en tu opinión y justificas tus malas acciones, que a la noche le dices día y al día le dices noche para cubrir tus maldades y decir -No sabía lo que estaba haciendo-! ¿Acaso, cerraré mis ojos a tu violencia y maldad? ¿No haré yo justicia al justo? ¿No escucharé yo el llanto de la madre, de la viuda y del huérfano? ¿Pasaré por inocente al culpable? En tu oscuridad vendrá la destrucción repentina y no habrá para ti amanecer, como el ave rapaz asalta a su presa el mal te asaltará a ti, en tu embriaguez beberás el cáliz amargo de tu tortura, no habrá quien te tienda la mano, tus miembros serán esparcidos y la muerte agónica te premiará, la fetidez de tu cuerpo se tapará con cal y sin nombre serás puesto junto a miles que nadie reclamará jamás. ¡Ay de ti que practicas lo oculto, lo pagano y lo profano, que haces ritos, haces pactos abominables con mi adversario, que engañas con tu maldad al crédulo y en tu depravación haces sacrificios de sangre que atan a ti a esta nación! ¿No conozco Yo tu maldad? ¿No conozco cómo destruyes al inocente y vuelves leña al incauto? ¿No conozco cómo embrujas esta nación y compras el alma de los decisores y los mueves con tus velos mágicos para que te entreguen la sangre y el alma de esta nación? ¿No conozco Yo tus abominaciones y maquinaciones contra Mi Pueblo? ¿No conozco Yo que te haces pasar por pueblo Mío para colocarles velos mágicos a mis apóstoles, pastores, profetas, evangelistas y maestros, que te vistes de oveja para desparramar a mis fieles tras tus encantos? Tu maldad te alcanzará y como el que muere en la angustia quemado por las llamas, tus gritos de agonía se harán oír y nadie los escuchará, porque como el fuego devora la paja, serás devorado en tu maldad, tu cadáver en podredumbre y gusano será arrojado y recogido como excremento y las aves de carroña lo comerán; no habrá quién llore, no habrá quien se conduela de ti, no habrá para ti tumba, ni lápidas que recuerden tu nombre; porque Dios no sólo te cortará de raíz, sino que también consumirá tus lugares altos y destruirá totalmente todo tus altares, como sitio desolado quedarán tus caminerías de procesiones y la tierra abrirá su boca para tragar los tronos de tus dioses y con la fuerza de Mi Mano los echaré, de una vez, totalmente, de esta nación.”

Así habla Dios a Venezuela: “¡Ay Venezuela! Cómo lloras tu despojo, cómo se han movido tus montañas y valles, cómo la gran montaña se sacudió y cómo se bajan los cerros y cómo el mar abre su gran boca para tragarse con brutalidad tu Perla y tus ciudades. Tu luto es en gran manera llorado por muchas naciones, tus pequeños son llevados lejos del seno de la que lo amamantaba; tus ciudades han sido desoladas; la destrucción repentina destruyó tus fuentes de energía; tus fuentes de alimentos y graneros ya no están más; Y buscarás con desesperación tus fuentes de aguas, pero las encontrarás destruidas, contaminadas o secas y llorarás junto a ellas como mujer que pierde a sus hijos.

¡Ay Venezuela! Tus jóvenes y tu fuerza de trabajo se volverán carne fresca para los depredadores que saltan del cielo y para las fieras salvajes hambrientas que emergen de los montes y el mar. El fuerte y valiente que desafiaba gigantes será abatido. No habrá quien salve, pues alcé pendón en la nación del norte y los vientos los pongo a su favor, levanto también pabellones en otros países con sed de tu sangre; la madre y la hija independiente se enfrentarán de nuevo en una historia que data de más de 500 años, y la tierra del León querrá sacar provecho; se enfrentará el gigante con el pequeño y yo no estaré con él; confiará el pequeño en sus hermanos y sufrirá su traición como la traición del que resguarda su pellejo; también sus aliados de lejos verán su infortunio, pero su ayuda se confundirá con el estruendo del poder del huracán del norte; no obstante, yo me ensañaré contra ellos y Mi juicio les haré conocer, por cuanto se burlaron de tu desgracia y su placer de verte caída se dejó saber en los cielos; en aquel momento me arrepentiré de pisarte y me volveré contra el gigante y lo haré caer. Entonces, Venezuela, detendré mi ira sobre ti y se apaciguarán los vientos, dejaré de pisar el lagar y te traeré paz y consuelo; me acordaré de tu remanente lo levantaré y le lavaré su sangre y le entregaré la herencia de esta nación; sanaré las heridas de tu tierra, haré que tu llanto se vuelva regocijo como la mujer después que ha dado a luz y tiene a su hijo en sus brazos; retiraré a todos tus predadores y te devolveré completamente tu tierra, caminarás en ella como quién camina sobre plumas finas, haré que los cielos la rieguen y el mar y los ríos produzcan sus peces en abundancia, los campos reverdecerán y la tierra dará su fruto y sus sabanas se llenarán de ganados, abriré nuevas fuentes de energía e industrias y tus riquezas sobreabundarán, yo seré tu Dios y derramaré sobre ti el fuego de mi Espíritu y avivaré tu tierra y levantaré bandera de Victoria y extenderé mi avivamiento y salvación a todas las naciones y vendrán a ver tu esplendor y conocerán que Yo soy el Dios tuyo.”
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ACERCA DE LAS PROFECÍAS DE APURE Y VISIONES DE LA IGLESIA EN 7 CONGREGACIONES


ACERCA DE LAS PROFECÍAS DE APURE Y VISIONES DE LA IGLESIA EN 7 CONGREGACIONES

Al Señor le pareció bien revelarme a mí, Ana Victoria Sanz, en el lapso de los meses marzo y abril del 2010, la condición de su iglesia en Apure, Venezuela, y también me mostró, aún más en específico, la condición de la misma en siete de sus congregaciones. Me reveló sus inicios y me hizo ver como el enemigo ha venido obrando en ellas para desviar a su pueblo del Camino de la Verdad, del Amor, de su Justicia, del evangelio de Jesucristo, de la doctrina de los Apóstoles y de su segunda venida. Y aunque al principio pensé que el mensaje sólo era para esas congregaciones, posteriormente me dijo que cada una de ellas representa la condición general de una parte de la iglesia en Apure e incluso de todo el país y que por lo tanto debía publicar lo que me había revelado en este blog.
Desde los inicios de la iglesia, el enemigo (Satanás), ha querido desviarla del evangelio de Jesucristo. El adversario mezclando medias verdades con medias mentiras ha logrado que la iglesia se sesgue hacia los lados de la doctrina de los apóstoles y deje de lado el Primer Amor. De una u otra forma en las diferentes congregaciones se infiltra el enemigo aprovechándose de la fragilidad de su fe, la cual “es por el oír; y el oír por la palabra de Dios” Romanos 10:17; Satanás disfrazado ha ido tomando espacio  hasta envolver a la iglesia en sus artimañas, de desunión, fariseimo, hermetismo religioso, reglas, dogmas, leyes de hombres, libertinaje, doctrinas, comercialización, inmoralidades, mezcolanzas, orgullo, en fin. Sin embargo, Dios siempre ha mantenido a su pueblo en alerta de estos peligros y no escatimó en ningún momento en confrontar a las diferentes congregaciones con su pecado para que estas se volvieran al camino de la Verdad, al evangelio de Jesús (y eso lo podemos ver claramente en 1 Corintios, Gálatas 3, Apocalipsis 2 y 3). Cada una de estas condiciones de la iglesia en las diferentes ciudades descritas en estos libros de la Biblia es una ilustración de la situación de cualquiera de las congregaciones de la iglesia de Dios en el día de hoy, y reflejan las varias estrategias sinuosas que usa el Adversario, el Diablo, para desviar al cristiano de la fe en Cristo y de la sana doctrina, de hecho muestran como se va dejando de lado el Amor, o sea a Dios, porque Dios es Amor y se tiene en poco los mandamientos del Señor Jesús puntualizados en Mateo 22:37-39 “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38Este es el primero y grande mandamiento. 39Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”

En sí, lo que interpreto de estas revelaciones proféticas que el Señor me dio de esas 7 congregaciones de la iglesia en Apure, las cuales reflejan la situación de la iglesia en Venezuela, es lo vivió la iglesia en los tiempos de los Apóstoles, tanto es el parecido que podemos concluir que Satanás no es creativo y usa las mismas estrategias de seducción y mentirá para engañar al pueblo de Dios y si no estamos en cuenta de esto podríamos creer ingenuamente que “…eso que le pasó a iglesia de Éfeso no le pasará a nuestra iglesia, o eso que le pasó a las congregaciones de Galaxia no le ocurrirá a nuestra congregación”, sin embargo, hermanos míos estamos, actualmente, lidiando con el mismo adversario el Diablo con el que lidió la iglesia en sus distintas congregaciones en sus inicios.


Creo que a Dios le pareció bueno mostrarme estas revelaciones de la situación de su iglesia en Apure, porque desde hace más de dos décadas he venido orando por este estado llanero, y en los últimos 10 años he persistido con mayor ahínco y quebrantamiento intercediendo y suplicando ante el Señor por su Iglesia en estas tierras del sur venezolano, pues aunque es considerado un territorio que adora al Dios que hizo lo cielos y la tierra, dueño del oro y de la plata, por ser uno de los estados con mayor porcentajes de cristianos evangélicos de esta nación (y sin temor a exagerar creo que también es uno de los estados con mayor cantidad de templos del país y quizás me estoy quedando corta, porque no tengo un estudio real del crecimiento y establecimiento de congregaciones cristianas evangélicas en Apure, pero por simple observación, instituyo que prácticamente en todos los barrios hay una congregación evangélica x cada 3 cuadras) es una población con altos niveles de atraso, verificables en los índices socioeconómicos de la misma, es una de las entidades con mayor pobreza, morbilidad, mortalidad infantil y materna, desnutrición, violencia, delincuencia y desempleo en Venezuela.

Toda esta carga de intercesión por Apure y la iglesia de Dios la tengo desde que tenía 15 años, pero se me acentuó, más o menos por el año 1991, cuando uno de mis profesores en la universidad explicaba que la causa de esos índices sociales negativos y alarmantes de Apure se debía al opio de la sociedad, es decir, a la creencia en Dios; afirmaba este docente universitario que los evangélicos y los cristianos en general eran los responsables del atraso y subdesarrollo de los pueblos, puesto que creer en la existencia de Dios y la Biblia era una especie de droga que hacía que los pueblos se sumergieran en la miseria, conformismo, escapismo de la realidad y todo lo que eso conllevaba y que Apure era el ejemplo de ello.

Fue un tiempo confróntativo en la universidad con aquel profesor, pero desde entonces mi alma y corazón no tuvieron reposo en cuanto a eso, por lo tanto me dediqué a ir al altar y llevar al lugar santísimo la súplica continua por Apure junto a un sin número de preguntas. Pasaba horas pidiendo a Dios que me revelara la verdadera causa de la condición de pobreza y atraso de esta tierra; le indagaba ¿Por qué si había tantos cristianos lo que se veía era maldición, ruina, desolación, enfermedad, pobreza, violencia, delincuencia y atraso? ¿Qué pasaba con su iglesia? ¿Dónde quedaban sus promesas de bendición? ¿Realmente debíamos vivir en la miseria para demostrar humildad como se nos enseñó? ¿Son esas bendiciones y galardones sólo para después de la venida de Cristo cuando reinemos con Él en la Nueva Jerusalén? ¿Por qué si somos una sola iglesia somos tantas denominaciones y nos escarnezcamos y vituperamos unas a otras sólo porque creemos ser dueñas de la verdad y ser más santas que las otras? entonces ¿Se agrada Dios de la iglesia apureña? ¿Realmente está bajo la voluntad de Dios? ¿Practica la iglesia los mandamientos y evangelio de Jesucristo? ¿Se está moviendo en la doctrina de los Apóstoles? ¿La pobreza y condición de Apure se debe en gran parte a la verdadera condición de la iglesia apureña con Dios? tantas preguntas como estas que ardían dentro de mí y que le hacía continuamente al Señor.

Pasó muchísimo tiempo, hasta, hace unos tres o cuatro años, que vino un hermano de Almolonga, Guatemala, el cual, tengo entendido yo, Dios le había dado instrucciones especificas de venir a Apure sin conocer a nadie y Él en obediencia se contactó con unos hermanos en el Centro del país que lo contactaron con el Apóstol Gilberto Nieves que en aquel entonces era el pastor general de nuestra iglesia Emanuel en Apure; allí fue recibido con alegría y se organizó un evento especial con varias congregaciones y él nos dio el testimonio de su pueblo y un mensaje para la tierra apureña.

La primera y segunda noche que estuvo en la ciudad de San Fernando, Capital de Apure fueron extraordinarias, el testimonio y mensaje fueron impactantes me sentí feliz por lo que Dios había hecho en ese pueblo guatemalteco, pero cuando finalizó la ministración me entró un pesar por Apure y me fui compungida para mi casa; cuando todos se durmieron me postré ante el Señor a llorar por esta tierra en que Él me permitió nacer y vivir, y no cesé de llorar y de gemir durante la noche, pues el dolor era incesante y desgarrador; le decía al Señor ¡Dios, tienes que hacer algo! ¡Oh, Dios, dime por favor algo! ¿Podrá este pueblo tener un milagro parecido al de Almolonga? ¿Seguiremos siendo acusados de la pobreza de Apure y seremos la burla de los que dicen tener el conocimiento y la ciencia? Dime, Oh, Dios ¿En qué estamos fallando? Ya de madrugada el Señor me dio esta Palabra en Isaías 62:4-12 que me consoló y me hizo saber que la respuesta del Señor a mis preguntas venía en camino pues me decía “Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada… …Y les llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jehová; y a ti te llamarán Ciudad Deseada, no desamparada”.

De pronto lo entendía todo, al fin este texto que por más de un año saltaba para mí, en cualquier Biblia que tomara, tenía sentido, sentía que Dios me lo explicaba a mi corazón con el lenguaje sencillo que un padre que le explica una verdad profunda a su hija. Apure la desamparada, la desolada, la vergüenza dejaría de ser así y sería tierra deseada, tierra bendecida y lo mejor de todo, la iglesia, su iglesia apureña, resaltaría ante los ojos del resto de los Pueblos por ser un pueblo verdaderamente santo, unido, lleno del amor, la prosperidad y bendición de Dios. Desde entonces he sabido que Apure tendrá un milagro parecido al de Almolonga y estoy convencida que lo veré y disfrutaré de ese milagro, aunque antes tendremos que ser pasado por fuego como el Señor ha hablado en las profecías y el tiempo de esplendor que vendrá para Apure y Venezuela después es corto, pues el tiempo profético del anticristo y el fin del mundo está muy cerca.

Todo lo que el Señor me mostró a través de su Palabra me dejó con la esperanza puesta en Él, anhelaba hablarle al pueblo apureño y lo hacía cada vez que tenía la oportunidad en la iglesia, en la calle, por la radio en la televisión, pero cuanto más tiempo pasaba Apure empeoraba y mi clamor se reanudó y se hizo más fuerte, empecé nuevamente a indagarle al Señor ¿Qué pasa mi Dios? ¿Por qué si me has hablado de que harás un milagro como el de Almolonga no sucede nada, antes bien todo va de mal en peor? ¿Perecerá Apure en esta situación y seguiremos siendo el oprobio de estas tierras? ¿Estás contento con la condición de tu iglesia apureña? ¿Lo estamos haciendo bien o estamos contristando tu Espíritu? ¿Dónde está la falla?

Fue entonces que me dijo que me apartara los 40 días cuando me dijo que me daría la Palabra para la Iglesia de Apure, publicada en este blog hace unos meses, pero también en ese tiempo apartada me reveló Palabra para su iglesia en esas 7 congregaciones especificas en Apure. Las razones por las cuales me dio la revelación sólo para esas siete congregaciones en especial no me las dijo, sin embargo, yo, Ana Victoria pienso en mi humano entender que si cada una de ellas representa una parte de la iglesia en general, entonces cualquier otra congregación de las miles que hay en Apure pudo haber sido objeto de la revelación de Dios, pero presumo yo, que el hecho de que fueran exactamente esas 7 se debe a que ellas son las pioneras y/o las más grande en infraestructuras del estado, o que de ellas surgieron la gran mayoría de las demás congregaciones ya sea por divisiones o por ser congregaciones hijas; o que de alguna u otra forma ellas son singularmente emblemáticas y punto de referencias por sus doctrinas, sucesos eclesiásticos, o por la cantidad de creyentes registrados como miembros, en fin.

Confieso que el tiempo de recibir la revelación para estas congregaciones apureñas fue un tiempo muy especial, un tiempo de descubrimiento del sentir del Señor Jesús por su amada iglesia, pues Dios me mostraba cuánto amor le tenía y cómo era de delicado y especial con ella. Me mostró a cada iglesia (es decir, cada congregación, porque la iglesia es sólo una) como una mujer hermosa, y aunque era la misma mujer bella representando a cada congregación, esta mujer se mostraba diferente en cada una de ellas, es decir tenía estilos y formas distintas de actuar según las condiciones y personas en que el amor llegó al corazón de esa congregación, las formas en que crecía el amor de su Amado en ellas y las mismas apreciaciones particulares que cada una tenía de valorar y estimar el carácter y la voluntad de su Dios. En cada estilo y forma de presentarse, la hermosa mujer que personificaba a la iglesia, sobresaltaba ciertos atributos de ella que definían el carácter, el lenguaje de amor y la unidad de esa congregación con el Señor, así como también su solicitud y obediencia de forma singular. Era verdaderamente hermoso ver cómo esa mujer se desvivía, con sus cualidades propias de esa asamblea, en agradar a su Amado mientras saltaba de ella un deseo particular para atenderlo y hacer su voluntad sin escatimar ningún esfuerzo.

Veía como el mismo Señor enseñaba a su amada "Nativa"; era una hermosísima mujer silvestre con su piel bronceada por el sol de los llanos, que se movía libre y sin temor por todos aquellos horizontes sin empalizadas, es decir, sin parcelas, ni cercas; se veía sencilla, pero en extremo hermosa con su vestir campesino y su pelo suelto movido por el viento; cándida, franca, ágil como una cierva (una venadita), sagaz, solícita, espontanea y expresiva; no sabía leer, ni de protocolos, ni de reglas de comportamiento, pero su corazón era en extremo puro y toda ella mostraba el amor sincero; el mismo Señor, en esas extensas sabanas del Apure, le enseñaba con toda paciencia y dedicación a leer su Palabra y entender su ley del amor en los atardeceres mientras el sol empezaba a dibujar sus crepúsculos llaneros y ella empeñada no perdía ni un solo instante para aprender y poner en práctica en todo tiempo y lugar cada instrucción de su Maestro Amado.

Veía a "Hermón" como una mujer perfecta en su caminar, elegante, de un mover delicado, vestida de ropas con el estilo a mediados del siglo pasado, completamente punto en blanco, sin ningún tipo de ajes, con todo su vestuario combinado y entonado con los guantes, medias y sombrero. Y su rostro de porcelana hacía resaltar aquellos ojos, tan perfectos, de líneas tan delicadas, de pestañas muy hermosas que los realzaban sublimemente y al mirarlos se podía ver que de ellos como destellaba un brillo de pureza y humildad en medio del celo por mantenerse sin manchas, sin arrugas y sin contaminación para agradar a su Amado.

Veía a su hermosa "Emanuel" como una mujer grácil, libre, prudente sobremanera, desprendida, entregada a su Amor; vestía ropas sencillas, pero a la moda, era como esas mujeres que visten cualquier cosa, que por simple que sea la prenda realzan su belleza; usaba su pelo suelto con un brillo especial, sedoso, semi ondulado que caía de forma casual sobre sus hombros, sus labios tenían un rosado encendido natural, su rostro hermoso mostraba la humildad de su corazón de una forma especial, su ojos destellaban el amor puro y entregado que todo lo sufre, que todo lo espera, que todo lo soporta; su ley era el amor y todas las demás reglas eran innecesarias; aunque parecía muy delicada era todo terreno, es decir, no se detenía, ni se retraía al tener que hacer cosas rudas, fuertes y en condiciones inhóspitas, sino por el contrario se lanzaba con pasión a ejecutarlas así arriesgara su vida. Por su convicción de la ley del amor que rompía todo dogma que rigiera su relación con su Amado, era menospreciada, era objeto de burla y de vituperios, me recordaba a Ana siendo objeto de las burlas de Penina, igual que Ana, ella no abría su boca para enfrentar los vituperios, guardaba en silencio su afrenta y sólo se derramaba y quebrantaba a los pies de su Amado. Era realmente una mujer que representaba la convicción, la humildad y el amor.

Veía a su radiante "Luz del Mundo" como una mujer hermosa con el pelo ondulado y largo, con brazos y manos agiles y gráciles; con un caminar de danza y baile nupcial parecido a los bailes del medio oriente; sus ropas delicadas y blancas con prendas relucientes que destellaban luz que alumbraba en su mover las tierras oscuras del Apure; no cesaba de danzar en una conexión perfecta con el Espíritu y su Amado se ensimismaba de amor por ella; su cuerpo era perfecto; y sus movimientos se veían apaisados y armónicos mientras bailaba y danzaba; en todo tiempo lograba mantener la mirada fija del Señor el cual se derramaba en ella embriagándola de su amor y haciéndola arder del fuego de su Espíritu en una unidad perfecta que rompía todo esquema de lo que era concebido hasta entonces como lo aceptable en la relación con su Señor, por lo cual la afrentaban y burlaban, la criticaban y vituperaban sin contemplación, pero mientras más la señalaban, más pronunciado y seguro era su bailar, las hojuelas se hacían más relucientes y su amor se acrecentaba más manifestando con su mover el poder del amor en señales y milagros sorprendentes; además mostraba total sumisión y obediencia a su Amado. Mientras la veía danzar para su Señor. Viéndola el Espíritu Santo me recordó a David danzando y a Mical criticándolo y tuve mucho temor y quebranto por esto, y me revisé una y otra vez a ver si en algún momento de mi vida yo me había reído o había criticado a esta congregación, pues el Señor me reveló que por causa de la burla que le hacían a su Amada Luz del Mundo por su danzar sin recato y sin ningún límite y por dejar que el Espíritu Santo se moviera a su gusto, muchas congregaciones de la Iglesia permanecieron por décadas estériles por burlarse y criticarla e incluso dijo que seguirán siendo estériles y secas hasta que se arrepientan de su pecado. Reconozco que me sorprendió el Señor con tanto amor y celo por su Amada Luz del Mundo.

Veía a su "Peña de Horeb" como una hermosa mujer ejercitada, se le veían definidos los bíceps y los tríceps de sus brazos y los músculos precisos de sus piernas, pero sin exagerar y sin ser ordinarios o masculinos; su rostro fuerte, escondía a una mujer sensible al amor y pura de corazón; usaba ropa de camping y botas todo terreno, sus movimientos eran seguros y agiles, era temeraria en el sentido bueno de la palabra, fuerte y algo ruda, pero sutil y sensible cuando se requería, era ingeniosa, valiente, incansable, inconmovible, sagaz, preventiva, diestra con las armas, leal y apasionada. La voluntad y deseo de su Amado era el motivo de su accionar, su amor hacia su Señor era demostrado en la obediencia absoluta e inmediata, su entrega era total; conocía el lenguaje secreto de su Señor y sabía cómo actuar para que el corazón de su Amado estuviera siempre henchido de amor por ella.

Veía a su dulce y enamorada "Zarza Ardiendo" como una mujer lindísima con un rostro puro, maternal y comprensivo, entregada completamente a su Amado, lozana, fresca, servicial, impecable, diligente con un vestir clásico y sencillo y de un andar de pasos rápidos, siempre anticipada y tutelar; se mostraba siempre solícita, amorosa, equilibrada, cuidadosa en su alimentación, trabajadora, predecesora e incansable al hacer la voluntad de su Señor; en sí se veía como una mujer completamente enamorada y desvivida por su Amado, que vivía por agradarlo y enamorarlo de ella y Él se deleitaba en agradarla, le llenaba de su amor y con dulzura le enseñaba el camino por donde debía andar, con su mano fuerte le guardaba y le ayudaba en sus múltiples labores haciéndola descansar.

Veía a su "Anunciadora de Sión", como una mujer hermosa, de rostro con líneas firmes y sonrisa franca; su voz era fuerte y suave a la vez, ni muy aguda, ni muy grave, era un timbre de voz perfecto que mantenía la atención del más distante del lugar; sus ropas eran de milicia, pero a pesar de ser ropas de combate se realzaba siempre su belleza femenina; era una soldada, siempre lista y en pie de lucha por hacer prevalecer el Amor dentro de un territorio inhóspito de guerra contra el Adversario. Lo que movía su causa y su existencialidad era el amor genuino por su Amado, el cual no escatimaba en ningún momento demostrarle su amor; conocía perfectamente el lenguaje de Amor y entre ellos había una perfecta comunión. Era una Mujer visionaria, íntegra, valiente, segura de su convicción, cuidadosa en ver con los ojos de su Señor y solícita en escuchar las instrucciones de él; de orden y de estrategia y de temple inconmovible; lanzada para la conquista y persistente en hacer la voluntad de su Amado. En sí se veía como una mujer guerrera por amor, disciplinada y obediente en extremo que mantenían prendado su corazón al amor de su Dios.

Pero así como me mostró a esa mujer linda en sus diferentes representaciones congregacionales, mientras estas estaban en los tiempos de vivir en el Primer Amor, también me mostró una segunda mujer, una mujer usurpadora que se hacía pasar por La Iglesia del Señor Jesús, Cordero de Dios; una mujer falsa que trataba de engañar en las congregaciones a los de la fe e impedir que se añadieran a la iglesia los que han de ser salvos para así impedir que se cumpla la gran comisión de Mateo 28: 19-20 y la Esposa (la Iglesia) pierda su pureza, se desvíe, se vuelva apóstata, sepulcro blanqueado, prostituta, en fin (Efesios 5: 25b-27, Apocalipsis 22:2, Mateo 25: 1-13); Era una mujer que dependiendo de la condición de cada congregación, también cambiaba su presentación, se mostraba con imágenes y condiciones fachosas, ostentosas, exageradas, desaliñadas, sin combinación alguna, desentonadas, vulgares, desagradables, mal olientes, en fin, y su rostro también dependiendo de la congregación hacía resaltar el carácter y condición de la misma, condición de soberbia, imponencia, autoritarismo, tendencias apostatas, descuido, soberbia, inmoralidad, libertinaje, amargura, infidelidad, orgullo, interés, avaricia, rebelión, idolatría y hechicería.

He aquí publicado en este blog la Palabra profética que Dios me dio para cada una de las siete congregaciones de Apure, tales congregaciones son: Iglesia Nativa, Iglesia Emanuel, Iglesia Luz del Mundo, Iglesia Zarza Ardiendo, Iglesia Hermón, Iglesia Peña de Horeb e Iglesia Anunciadora de Sión. Cabe resaltar que apenas salí de los 40 días, imprimí todo lo que el Señor me dio y fui a cada sede congregacional referida en las profecías con testigo y una planilla para firmar como recibido; me senté con cada Pastor General de las congregaciones nombradas y personalmente le entregué un ejemplar impreso con una carta de transferencia de la responsabilidad del contenido del documento profético, en el cual le especificaba que una vez que yo le entregaba en sus manos ese ejemplar yo libraba mi responsabilidad ante Dios y ante esa congregación; igualmente en ese mismo momento le explicaba el contenido profético y la forma en que Dios me lo había dado, así como la visión respectiva; igualmente le entregué a cada uno un ejemplar de la profecía 2003 y del 2010, junto a la profecía de la iglesia de Apure para que la filtrasen por la Palabra de Dios con la ayuda del Espíritu Santo y si encontraba que venía de parte de Dios se la leyesen a la congregación y se arrepintieran de lo que el Señor decía que debían arrepentirse y se volvieran sus malos caminos en que el Adversario el diablo había hecho que ellas incurriesen.

En ese tiempo el Señor me dijo: "Entrégale a cada una solamente la Palabra profética que le corresponde y guárdate de publicarla hasta que Yo te diga". Hace, pues ya unas semanas que Dios me dijo: "Los pastores de las congregaciones han tenido en poco la Palabra y mi iglesia no la ha recibido, pero es necesario que mi iglesia en esas congregaciones sepa lo que le ha de acontecer si no se vuelve a mi; además cada congregación representa una parte de la condición en que se encuentra mi iglesia en general en Apure y en Venezuela". Así que prepárate ahora y hazlas del conocimiento público en INTERNET, pues muchos de mis hijos la leerán y se arrepentirán de sus malos caminos y se volverán a mí, entonces Yo me volveré a ellos y les perdonaré y les guardaré en el día de la adversidad y en el día en que los destruidores tomen a esta Nación".
Atte. Ana Victoria Sanz
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Profecías para la iglesia de Venezuela


Así te dice Jehová el Señor, a ti Pueblo de Dios, para que recibas estas Palabras que te entrega hoy… “Sea que escuches o dejes de escuchar, quizás las escuches, quizás te arrepientas y te vuelvas de tus malos caminos, quizás tu duro corazón se conmueva y te vuelvas a Mí para que yo tenga misericordia de ti, porque ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te distraes en tus propias y vanas sabidurías y en tu hipocresía religiosa desvirtúas mi mensaje, tu hablar me es fastidio y tus ritos me son abominación! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que con tu fútil santidad levantas el dedo señalador para sentenciar inicuamente aún al inocente! ¡Ay de ti pueblo de Dios; que con tu falsa adoración levantas en mi Nombre espectáculos para brindarte tributo en mis altares! ¡Ay de ti pueblo de Dios que te revuelcas cual ramera y al levantarte me ofreces sacrificios llenos de inmoralidad! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te jactas de tener la verdad y no andas en ella; que emites juicios en tu religiosidad cual fariseos y miras con desprecio a tus hermanos! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que mezclas lo santo con lo profano! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que en tu liviandad y falta de temor llevas una vida réproba que pone en vergüenza y deshonra mi Nombre y a mi Iglesia, que con tus actos y testimonios inmorales te conviertes en piedra de tropiezo para el que quiere entrar por La Puerta! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te jactas cual pavorreal en tu parcela de ser dueño de tu verdad y te empeñas en encuadrarme en tus doctrinas e interpretaciones humanas! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te tomas como tuyo lo que es mío, que insistes en engañar al Espíritu con tu hipocresía religiosa! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que metes tu mano inescrupulosa en el alfolí y tomas mis ofrendas y sacrificios para tus deleites y concupiscencias! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que en tu viveza engañas a mis pastores para vivir cual sanguijuela chupando la sangre de mis ministros! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que has hecho de tus inclinaciones políticas tus dioses! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te has hecho dioses de tu avaricia y de tu glotonería financiera! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que en tu equivocada e hipócrita humildad encasillas mis bendiciones y mi prosperidad en la miseria de tu corazón y en la ruina de tu espíritu! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te levantas contra tu hermano, diciendo no es mi hermano comamos sus carnes! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te empeñas en medir la fe en Mí de tu hermano y mi Existencia en su corazón con la vara de tu religiosidad y el nivel de tu doctrina fariseísta! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que profanas mis altares con tu iniquidad y tu dedo señalador y con la multitud de tus pecados! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te has ido tras la brujería y hechicería, que haces mescolanzas de lo vil y lo profano con lo santo, desviando con tus abominaciones a los pequeñitos de Dios! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que levantas cada vez más altos los cercos de la división de mi Iglesia para confusión tuya y de los que han de ser salvos!”

Así te dice el Señor tu Dios: A ti pastor, que apacientas las ovejas del buen Pastor, recibe estas palabras y vuélvete de tus malos caminos, para que Dios te extienda su misericordia y sea oído tu clamor en el día malo y seas librado de la voracidad del cazador, porque “¡Ay de ti pastor, que te empeñas en mantener ciegas y en la miseria a mis ovejas! ¡Ay de ti pastor, que en tu religiosidad ciegas tu entendimiento negando con tus acciones mi Justicia y vedándole a mi Pueblo las llaves que abren las ventanas de bendición y abundancia de todo bien; provocándoles que en su pobreza y escasez renieguen de Mí! ¡Ay de ti pastor, que has profanado Mi Casa con tus intereses políticos, que te alegras en sentarte en la mesa de los escarnecedores y en sus banquetes presumes de que estoy contigo! ¡Qué falto de entendimiento eres! ¿Quién te dijo que Yo soy un Dios mendigo que me alegro con sus limosnas? ¿No Soy Yo el dueño del oro y de la plata, no Soy Yo el Dios de los tiempos y que pongo reyes y quito reyes? ¿Acaso es difícil para Mí colocar reyes conforme a mi corazón? ¿Acaso no conozco Yo tu corazón y tus pasiones desenfrenadas por el poder que hipócritamente pones mi Nombre al frente para revolcarte cual ramera con tu dios de la política y confundes, hieres y hasta matas a mis ovejas, porque no están de acuerdo contigo? ¡Ay de ti pastor, que desvías a mi pueblo del Camino, del mensaje de la Cruz, de la Resurrección, de mi Justicia, de la Segunda Venida de mi Hijo y de mi Juicio, hacia veredas amplias de vana prosperidad y riquezas; veredas permisivas y pecaminosas que los conducirán a la muerte! ¡Ay de ti pastor, que te empeñas en entretejer doctrinas de hombres como doctrinas salvadoras, que parcelas en ellas a mis ovejas y corderos encadenándolos y hasta matándolos con tus rígidas y vanas leyes señaladoras de su salvación y de la presencia de mi Espíritu en el corazón de ellos! ¡Ay de ti pastor, que enseñas a mis ovejas a practicar la iniquidad y a odiar a sus hermanos, sólo porque no practican tus doctrinas fatuas de hombres que en verdad esconden la santurronería y fariseísmo que hay en tu corazón! ¡Ay de ti pastor, que no ordenas mi casa, que dejas que el desorden obre en mi alfolí, que tienes en poco manejar con cuidado el tesoro de mi casa y dejas que el impío tome lo que es mío para deleitarse en sus concupiscencias! ¡Ay de ti pastor, que diriges a tus ovejas en las sendas del libertinaje y del desorden y en la falta de temor a mi Palabra! ¡Ay de ti pastor, que escuchas a los profetas que te aúpan y te hablan bien y cierras tus oídos y mantienes con pan de angustia y con agua de aflicción a mis profetas que te hablan Palabra de verdad y que te exhortan para que te vuelvas de tu pecado y dirijas en santidad y en unanimidad a mi Pueblo! ¡Ay de ti pastor, que desechas a mis maestros por escuchar profecías y enseñanzas de espíritus de mentira y manipulación agradables a tu oído! ¡Ay de ti pastor, que en la congregación que he puesto a tu cuidado dejas de lado el impartir la sana doctrina, el conocimiento y la enseñanza de mis mandamientos y preceptos y en tu ceguera encarcelas y matas a mis maestros! ¡Ay de ti pastor, ay de ti!”

Así te dice el Señor tu Dios: A ti maestro, escucha la profundidad en la sencillez de mi mensaje y reconoce ahora tus pecados delante de mí para que tenga misericordia de ti y en el día de la calamidad extienda mi mano para salvarte; porque “¡Ay de ti maestro, que en tu egoísmo y orgullo religioso y teológico cierras tu boca mientras el pueblo perece por falta de conocimiento, que en tu vano saber dejas contaminar la masa mientras dices -Allá ellos, yo no abro más mi boca-! ¡Ay de ti maestro que tomas y enseñas solo una porción de mi Palabra e invalidas en tu opinión y vano conocimiento el resto de esa Palabra, que te empecinas en instruir únicamente con tu mente creada la amplitud eterna e incomprensible de la PALABRA COMPLETA y PEREMNE del CREADOR que no se fracciona y acomoda a teologías y entendimientos humanos, encerrando con tus enseñanzas a mi pueblo en la limitación de tu insubstancial conocimiento! ¡Ay de ti Maestro que te empeñas en catalogar en tus criterios finitos, cambiables y llenos de fallos mis misterios inescrutables y las manifestaciones infinitas del Poder de mi Espíritu! ¡Ay de ti maestro, ay de ti!”

Así te dice el Señor tu Dios, Jehová de los Ejércitos: A ti profeta, que has sido llamado para que seas atalaya y para que tu boca suene como trompeta de fuego, escucha ahora su voz y pon afinado tu oído a esta Palabra que te hago saber hoy, para que te apercibas y te vuelvas de tus malos caminos y salves tu vida de tus predadores y de la calamidad repentina; porque “¡Ay de ti profeta, que te dejas usar por el espíritu de la mentira y manipulación y envías a la muerte a mis pastores! ¡Ay de ti profeta que te haces cuernos y haces actos proféticos despampanantes para profetizar sólo lo que los pastores y el pueblo quieren oír! ¡Ay de ti profeta, que hablas en mi nombre y es en tu propio nombre que hablas, que con vanas palabras desvías al justo de su justicia y al impío alientas en su pecado, que distraes y confundes a los pastores en tus propias concupiscencias y encaminas a mi pueblo hacia la apostasía! ¡Ay de ti profeta que hieres con tu espada a mis ovejas y destruyes con tu boca a mis corderos! ¡Ay de ti profeta, que no adviertes del mal a mi Pueblo, que cierras tu boca y callas la Palabra por salvar tu carne! ¡Ay profeta de Dios, que no adviertes al impío que se arrepienta, que cierras tu boca a causa de tu egoísmo y resentimiento esperando que el mal ocurra para ver saciado tu deseos de venganza! ¡Ay de ti profeta, ay de ti!”

A ti evangelista y ministro del altar; así te habla el Señor tu Dios que te llamó de las tinieblas para que anuncies la Luz a los que están en oscuridad; para que escuchando estas Palabras te arrepientas de tus pecados y malos caminos y en el día de la angustia, del terror del perseguidor y de la tormenta oscura, seas librado y la Luz te guié a tu salvación, porque “¡Ay de ti evangelista y ministro del altar que haces tus agendas en función de la garantía de finanzas, que poco tomas en cuenta a mi Espíritu, que tienes fuera de tu agenda las solicitudes de mis siervos que no te dan certeza de grandes ofrendas y de cubrir tus fastuosos gastos! ¡Ay de ti evangelista y ministro del altar, que cambiaste el mensaje central Evangelizador y de mi Justicia por la añadidura de la prosperidad! ¡Ay de ti evangelista y ministro del altar que mides la efectividad de tu mensaje con la cantidad de ofrendas recogidas! ¡Ay de ti evangelista, ministro del altar, que en tu soberbia crees que eres tu quién mueve las multitudes y en tu delirio te has envanecido, llegando a creer que te deben rendir pleitesía y que miras como a poco a mis ovejas! ¡Ay de ti evangelistas y ministro del altar, que confundes con tu vana palabrería e ilusorios shows la entrada de la Puerta! ¡Ay de ti evangelista y ministro del altar, que usas mi altar para comer la carne de mis siervos y ministros; y en tu carnicería voraz incitas a mi pueblo a comerla también! ¡Ay de ti evangelista y ministro del altar, ay de ti!”

Así te dice el Señor tu Dios, Rey de reyes, a ti apóstol; para que te vuelvas a Él de todo tu corazón y te humilles delante de él para que en su misericordia te perdone tus pecados y sea librada tu vida el día de la calamidad y de la persecución de los esbirros “¡Ay de ti apóstol que has descuidado tus rebaños, que has desviado tu misión de cuidar en las congregaciones que te entregado la sana doctrina y el mensaje del evangelio de la Cruz, de la Resurrección, de mi Justicia, de la Segunda Venida Cristo y de mi Juicio! ¡Ay de ti apóstol, que maltratas y hieres a tus pastores y no escuchas sus querellas, que los abandonas a su suerte y te dedicas sólo a las congregaciones que te garantizan ofrendas! ¡Ay de ti apóstol, que has dejado que tus pastores encaminen a mis ovejas por veredas falsas, que no has tenido cuidado de anatemas que se infiltran en las congregaciones que te he entregado! ¡Ay de ti apóstol, que has dejado que tus pastores se deslumbren con embrujos que los desvían de mi camino! ¡Ay de ti apóstol, que desvías a mis pastores hacia el fariseísmo que estableces como verdad salvadora, doctrinas de hombres y los esclavizas en tus prejuicios religiosos! ¡Ay de ti apóstol, que en tu religiosidad y en tu limitada interpretación de sólo fracciones de mi Entera Palabra impides que mis pastores vean y enseñen a mi Iglesia la amplitud de Mi Justicia, de Mi Bien y de Mi Abundancia sobre ellos y que te empeñas a encasillar en tus doctrinas de hombres la multiforme e infinitas manifestaciones de mi Espíritu, impidiendo el crecimiento de mi pueblo y el mover de mi Espíritu sobre mi Iglesia! ¡Ay de ti apóstol, que siembras en mis pastores doctrinas de hombres como verdades absolutas de salvación, que siembras en el corazón de ellos el rechazo y menosprecio hacia el resto de mis pastores y sus hermanos que no practican tales doctrinas, que provocas con tus doctrinas rígidas y despiadadas la muerte de muchas ovejas y la división de mi pueblo en parcelas! ¡Ay de ti apóstol, ay de ti!”

Ahora Iglesia, pueblo de Dios; así te habla Dios, tu Salvador; que entrega naciones y quita reyes y pone reyes por ti. Escucha esta sus palabras, pues te habla como un Padre que apela a que seas sensible a su voz y entres en las razones de su boca. “¡Oh, Pueblo mío, hijo mío! Por amor a mi mismo, en un último instante, con estas palabras, seré paciente contigo, como un padre amoroso que enseña a su hijo que lo ha colmado con su conducta y aun le detiene el castigo, una vez más, para tratar de persuadirlo con palabras sabias de que se vuelva de su mal camino y así, confrontándole, le hace saber las consecuencias de su rebeldía y de no escuchar su voz, insiste de varias maneras hacerle entender sus razones con la esperanza de que el muchacho lo oiga, se arrepienta y no lo empuje a usar el castigo severo y la vara correctora que quebrante su voluntad rebelde. Quizás entonces, entres en conciencia y mudes tu actitud y te vuelvas y te arrepientas, pues con grande amor te he amado. ¿Quién conoce tu corazón, sino Yo? ¿Quién conoce tu llamado, sino Yo? ¿Quién conoce tus debilidades y flaquezas, sino Yo? ¿Quién conoce tus temores, sino Yo? ¿Quién conoce tu pecado, sino Yo? ¿Quién conoce tus rebeliones, sino Yo? ¿No Soy Yo acaso un solo Pastor? ¿No tengo Yo un solo rebaño? ¿No me conduelo Yo por mis ovejas? ¿No sufro por la perniquebrada y por la herida y maltratada? ¿No pagué con precio de sangre por la que está afuera? ¿Podrás tú decirme a quién he salvado y a quién no? ¿Podrás tú decirme a quien he tomado por mi hijo o hija y a quién no? ¿Podrás tu ver el corazón del hombre sin que te lo revele Yo? ¿Podrás tú decirle a mi Espíritu cómo se debe manifestar y cómo no? ¿Podrás tú con tu vano conocimiento decirme cuáles son los métodos que se deben usar para alcanzar a los que han de ser salvos y cuáles no? ¿Podrás retener el mover de mi Espíritu con tu prudencia vana? ¿Podrás tú invalidar mi Palabra o fraccionarla sin que tengas consecuencias? ¿Tienes tú poder para ordenarme a Mí a quién le debo dar cual o tal don o cual o tal ministerio? ¿Podrás contar y clasificar en una matriz todas las formas infinitas que tiene mi Espíritu para manifestarse? ¿Podrás tú convencerme con tus argumentos, por qué es que tu denominación con tus doctrinas humanas es la perfecta y por qué es que tu forma de servirme, adorarme y presentarte delante de Mí es la correcta? Demuéstrame ahora con tus criterios humanos por qué no debería morar en el templo de los que cantan fuerte y usan todo tipo de sonido para alabarme a Mí; o morar en el templo de los que dejan que sus mujeres se pinten y usen pantalón y dejan que mi amor los mueva a servirme; o morar en el templo de los que danzan y dejan que mi Espíritu se manifieste como Él quiera; o morar en el templo de los que simplemente mantienen a sus mujeres calladas en la congregación mientras encuentran en el silencio la forma de unir su espíritu al Mío; o morar en el templo de los que diezman y ofrendan y cada vez más prueban toda clase de llaves que me hagan abrir ampliamente las ventanas de los cielos para bendecirles y prosperarles; o morar en el templo de aquellos apasionados por la gran comisión que no cesan de buscar y presentarme formas y estrategias, que no concuerdan con tu religiosidad, para alcanzar las almas y consolidarlas, encontrando, con gozo, que el poder de mi Espíritu los respalda y hace que se añadan a mi Iglesia miles de aquellos que han de ser salvos. Dime ahora pueblo mío, dime ahora hijo mío; ¿limitaría Yo mi Justicia y multiforme naturaleza divina de relacionarme con mis hijos sólo por tus paradigmas religiosos? ¿Podrás tú encasillarme en tus teologías toscas? ¿Puedes responderme a estas preguntas con el verdadero amor y la sinceridad genuina que motiva mi Espíritu en tu corazón y dejarme satisfecho y convencido con tu respuesta? ¿No hice Yo que doce hombres con caracteres, valores, fuerzas, condiciones distintas, niveles de fe y sensibilidad para escuchar y atender mi voz se establecieran como tribus y se multiplicara mi pueblo? Y ¿No fui Yo quien escogió doce hombres con diferentes caracteres, fuerzas, conocimientos, valores, condiciones sociales, económicas y políticas y con desiguales niveles de fe y sensibilidades al oír y al poner por obra mi voz para que fuesen mis discípulos y para que del testimonio de ellos se estableciera y multiplicara mi Iglesia? ¿Crees entonces que porque tomé doce tribus y doce apóstoles tuve doce pueblos diferentes y doce iglesias distintas? ¡Claro que no! cada una posesiona un territorio y todas juntas hacen una gran nación, cada uno llega a los perdidos con mi mensaje de una forma y todos juntos cumplen la Gran Comisión! La tribu de Benjamín no le puede de decir a la de Rubén: ¡Quítate de esta tierra, pues tú no eres pueblo de Dios, porque no haces esto o aquello que yo sí hago! O Judá no le puede decir a Efraín: ¡Quítate, sólo yo soy pueblo de Dios! ¿No fui Yo quien rompió el esquema que mis apóstoles habían concebido de cómo y a quiénes debía predicarse mi evangelio? ¿No fui Yo quién confrontó a Pedro para que no llamase inmundo lo que yo santifiqué y para que comiese y participara con confianza de ello? ¿No fui Yo el mismo que también escogió a Pablo y a Pedro, actuando en ellos como quise; uno en el apostolado de la incircuncisión y al otro en el apostolado de la circuncisión? Por eso, pueblo Mío, hijo Mío, no hay nada que justifique tus acciones, pues Yo tengo un solo pueblo, una sola Iglesia, un solo Camino, una sola Verdad y un solo Espíritu que es el único que ha sido enviado a convencer de pecado, de justicia y de Juicio.”

Otra vez, pueblo de Dios; el Dios tuyo que conoce tus pensamientos y escudriña los corazones te habla a ti que te niegas a oír esta voz para que depongas tu actitud y dejes de lado tu soberbia y desobediencia; porque “¡Ay, de ti pueblo de Dios que has decidido ser rebelde a estas palabras! ¡Ay de ti pueblo de Dios que buscarás cualquier excusa para decir que la boca de Jehová no ha hablado! tu duro rostro y tu dedo señalador demuestran cuanto te has envilecido cual fariseo y cuanta hiel y podredumbre hay en tu corazón. Dice Dios “Tu pecado llegó a los cielos y mi balanza te ha hallado falto”.

Por esta razón se enciende el furor de Dios contra su pueblo y se extiende contra él su mano; cierra los ojos para no ver tu aflicción mientras la espada desenvainada comienza con los que en el altar ministran y sin piedad alguna no descansará, ni reposará hasta que haya acabado.

Nuevamente dice Dios: “¡Ay pueblo de Dios! Tu maldad te castigará y tus rebeldías serán las que te condenen, por cuanto has decidido escasear en mi temor y dejar de lado mi Palabra y por cuanto conoces la Verdad y te empeñas en desviarte del Camino, tu castigo será mayor. Te probaré con fuego, fuego que consuma como paja tu soberbia, tus vanas obras y tus doctrinas de hombres. En el día de la destrucción repentina no estaré contigo y tu angustia no será oída. ¡Ay, pueblo de Dios tu maldad te ha alcanzado! No hay donde esconderse, se han vuelto contra ti y corren detrás tuyo con palos y toda clase de armas para comer tus carnes; como quienes cazan liebres son tus perseguidores, los cuales te buscan aun en los escondrijos y te sacan, exhiben y te cuentan como quién se ufana en contar las presas de su caza. Por tu pecado e incredulidad dejaré que la muerte te persiga y te alcance la calamidad. En tu angustia y persecución te haré amar al hermano que desprecias y con tus manos agarradas tan fuertes a las de él, como el que teme ser arrebatado del otro, clamarás a Mí por tu salvación. Te dejaré beber de mi copa y si me negares yo también te negaré. Dejaré que tus angustiadores golpeen tus carnes y tu corazón y que traten de volverte hacia ellos hasta la muerte. Pero Yo me acordaré del justo, me acordaré de aquel que se volvió a Mí, de aquel que quebrantó su corazón y se humilló ante mi presencia y haré que sus perseguidores sean destruidos y devorados ferozmente por las aves de rapiña y las fieras grandes que saltan de los montes y los mares. Entonces bajaré a ellos con el consuelo y el bálsamo para sus heridas y enjugaré su llanto, levantaré su cabeza y le daré a comer banquetes, le ungiré con mi aceite, le daré por herencia la tierra, le haré llover la lluvia temprana y tardía, le daré buena semilla para que siembren, le podré en alto, y el fuego de mi Espíritu estará en ellos; los cinco dedos de la mano edificarán mi iglesia; el hermano con el hermano compartirán banquete con alegría y gozo; se añadirán en multitudes los que han de ser salvos y el avivamiento de esta nación se extenderá hasta los confines de la tierra, porque mi venida esta cerca.

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Niños Desterrados


Es el título de este espacio dedicado a exponer los hechos reales, así como también unir las piezas del rompecabezas de todo lo que se ha constituido como los crímenes más devastadores de la historia y que aún siguen vigentes hoy: el abuso sexual infantil, explotación laboral infantil, la adopción ilegal de niños, el tráfico de niños para propósitos ilícitos como la venta de órganos, prostitución, pornografía y muchos otros abusos cometidos en contra de estos inocentes.

La pieza clave impulsadora de tales crímenes y explotación humana es la mezcla fatal de la Religión y Gobiernos, quienes han fracasado en traer ante la justicia a los abusadores, por la simple razón de que ellos mismo están detrás de todo eso y apoyados por el Vaticano. La acción conjunta de ambos ha dado lugar a una larga historia de abusos y negligencia en contra de la humanidad, en contra de la justicia y la dignidad en las naciones. Qué impacto ha tenido todo esto en estos niños a lo largo de su vida, quienes algunos fueron no solo desterrados de sus países sino también del amor y el cuidado de quienes están en la obligación de protegerlos, de darles cobijo, educación y respeto como seres humanos.

¡PEDIR PERDON NO ES SUFICIENTE! Las víctimas alrededor del mundo, la Fundación Protege a Tus Hijos y el Ministerio Internacional Creciendo en Gracia demandan justicia para todos estos actos horrendos cometidos por la Iglesia Católica y los gobiernos, los cuales deben dar cuenta por todo el abuso y negligencia.

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La maldición al Estado de Israel y la salud de Chávez



El video de  la sombra que aparece detrás de Chávez durante la promulgación de la nueva Ley Orgánica del Trabajo no ha sido el único que ha circulado por internet como hechos “curiosos” en torno a la salud del Presidente.
Ejemplo de ello es el que presentamos a continuación. Peculiarmente luego de un año de las declaraciones que diera el Primer Mandatario Nacional, en alocución televisada, maldiciendo al Estado de Israel, el mismo personaje en cadena nacional dio a conocer que padecía de cáncer. ¿Coincidencia? Pues aquí les dejamos el video…

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JUICIO DE DIOS PARA VENEZUELA, 2010


JUICIO DE DIOS PARA VENEZUELA, 2010

Palabra de Dios de Juicio para Venezuela y de Juicio de Dios para su Pueblo que me fueron dadas a mi Ana Victoria Sanz, en Apure, Venezuela en la tercera semana del mes de Marzo de 2010. Para que las escribiera y se las entregara ya sea que las leyeran y las escucharan o las dejen de leer y de escuchar.

Así ha dicho Dios, el mismo Dios de los Ejércitos de ayer, de hoy y de siempre: “Oye bien y pon atento todo tu ser, a estas palabras que te hablo hoy, vuélvete a mí, vuélvete a mí, arrepiéntete y conviértete de tus malas acciones, de tus malas obras y de tus malos caminos ¿por qué moriréis? ¡Oye bien, Oh, venezolano y venezolana! ¡Oye bien, Oh, extranjero y extranjera que habitas en esta nación! ¿Por qué te empeñas a cerrar tus oídos? He aquí que el cielo se pone rojo mientras los incautos para confusión suya se sorprenden con la señal, en tanto salgo de mi lugar y desciendo sobre Venezuela, porque hollaré a esta nación como quien pisa un lagar de uvas con sus pies. La pisaré con mi ira y la fuerza de mi furor hará que se salpiquen en gran manera de rojo mis vestidos; con la fuerza de mi pie golpearé la tierra y esta abrirá su boca tan desmesuradamente que no habrá tiempo de pensar en nada y no descansará hasta saciarse del rojo purpura; con el mover violento de mis pies levantaré la gran marea roja que cubrirá las grandes ciudades costeras, y con mis saltos romperé las nubes y los rojos ríos bajarán de las montañas para cubrir los pueblos y con mi soplido agitado haré que la corriente enrarecida quite bruscamente el calor y cubra del frío rojo la tierra de débiles y fuertes; haré saltar de los montes las fieras que con su terror cubrirán de rojo las fronteras, llenaré los cielos de aves de rapiña de todo tipo y tanto será su ferocidad que volverán rojos los campos y como quien derrama un gran lagar desde lo alto, se empapará y salpicará el liquido rojo por todos lados, por el mar, por los campos, por las montañas, por los ríos, por los caños, por los pueblos, por las ciudades, por las quebradas, por las autopistas, por las avenidas, por las calles, por las veredas, por las cloacas, por las plazas y por los edificios y casas. Todo esto por la rebeldía y maldades de esta nación y por los pecados y desobediencia de mi Pueblo, que se empeña en no escuchar mi voz. No habrá quien escuche, no habrá donde acudir, no habrá a quién tocarle a la puerta, no habrá quién salve, cada quién correrá solo por su vida y no habrá terminado el aire de entrar completamente a sus pulmones cuando de nuevo mis pies se descarguen una y otra vez sobre esta nación, no se bastarán los que se conmuevan con tantas desolaciones seguidas hasta que cese de pisar.”

Venezolano, venezolana, extranjero y extranjera que habitas en esta tierra, así te dice el Señor, que hizo los cielos y la Tierra “¡Arrepiéntete y conviértete, vuélvete a Mí en tanto que hay tiempo, para que tenga misericordia de ti, no importa cuán pequeño o grande sea tu pecado, mi amor y misericordia aún se extienden hoy para ti, para limpiarte y perdonarte, vuélvete a Mí, hoy, porque desciendo con mi ira sobre este país, con mi juicio y ¡Ay de ti, que juntas hermosas casas, terrenos y empresas ávidamente con iniquidad y maldad en tu mano como si fueras a habitar tu solo la tierra! Pues tus muchas casas serán asoladas y quedarán sin que nadie de tu descendencia las habite. ¡Ay, de ti que amasas fortuna con los bienes de esta nación, que te sacias de los mejores vinos y te embriagas en tus banquetes fastuosos con las rameras, mientras alardeas con tus iguales la obra que han hecho tus manos y planeas con tu consejo tus nuevos manejos para engrandecer tu ego! ¿De qué te sirve lo que has logrado si la destrucción y muerte repentina tocará a tu puerta y lo que tienes no será más? ¡Ay, de ti que has entregado a los hijos de esta tierra a la muerte para mantenerte en el poder y para perpetuar tu grandeza! Dime ¿quién pone reyes y quita reyes? ¿No Soy Yo, Jehová de los Ejércitos? ¿Qué poder, fuera del Mío, puede engrandecerte, o humillarte, o quitarte o sostenerte en el tiempo? ¿No bajo Yo los ojos de los altivos y la soberbia de los grandes la pisoteo con mi pie? Tus hechos abominables llegaron al cielo y se volverán contra ti y tu descendencia, tus enemigos se volverán contra ti con la furia de muchos huracanes, también la naturaleza empeorará tus males, entonces, como liebre asustada acorralada por los perros, sin lugar donde esconderte y sin salida alguna, temblarás de terror, pero en mi misericordia por los muchos justos que claman por ti, dejaré que seas tú quien tomes la decisión de tu muerte. ¡Ay, de ti que violentas los derechos y la justicia del que reposa confiado en tu cuidado, que aprovechas tu poder para apoderarte de su heredad! ¿No Soy Yo, un Dios justo que extiendo mi mano para hacer valer el derecho y hacer resplandecer la justicia del justo? No habrá lugar donde te puedas esconder y tu dolor será en extremo grande. ¡Ay, de ti que te escondes tras la solapa y con tu cuello blanco maquinas en consejo, la forma de mover la voluntad de los jóvenes y de un pueblo para que se revelen contra la autoridad, colocándolos como carne de cañón para provocar el colapso que mueva la balanza hacia tus intereses! ¿No soy yo quién veo y peso en mi balanza los corazones? Pesaré tu corazón y lo encontraré falto y entonces tus blancos cuellos se volverán rojos y tus ojos no volverán a ver la luz. ¡Ay, de ti que vendes la nación al extranjero por unas cuantas monedas de plata! ¿No he hecho esta nación más rica que todas las demás de este continente, para que tú y tu familia con mi sabiduría trabajes y goces del fruto de su bien? Tu traición te perseguirá y alcanzará, tus entrañas se abrirán, otro ocupará tu lugar y la heredad que adquiriste con esa venta se bañará de sangre. ¡Ay, de ti que te empeñas en tener otros dioses, que desechas mi plan de salvación y te inclinas deliberadamente a la idolatría! ¿No habré Yo levantado tantos siervos míos de otras naciones y de esta misma nación para que enseñen a este pueblo que yo soy el único Dios? ¿No habré Yo roto la ligadura que mantenía legítimamente amarrada a esta nación a una fe idólatra? ¿Por qué te empeñas en no creer en Mí como único y verdadero Dios, celoso, que no comparto mi gloria con otros dioses que imitan mi poder? Yo Soy el único Dios que hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en él hay, que te formó y te da el aliento de vida, que lo entregó todo por ti, que despojé a Satanás de todo el poder de esclavitud, enfermedad, pobreza y muerte que tenía sobre ti, que pagué por precio de sangre por tu vida, que se inclina para escucharte y te extiende su mano para salvarte; pero tu encegueces tu entendimiento y te haces dioses y te tallas y moldeas imágenes pretendiendo que mi grandeza cabe en tu creación; Por tanto se ensancha el interior del sepulcro y no habrá quién oiga tu clamor, clamarás a tus dioses y no te oirán, suplicarás su ayuda y nunca llegará, pero ten en cuenta mi interés de que conozca que Yo Soy Dios y no aquellos a los que te postras hoy, que aún en mi misericordia por ti, en el día de la aflicción y de la destrucción repentina, si te acordares de estas Palabras y clamares a Mí y sólo a Mí, entonces yo oiré tu clamor y te mostraré que yo soy Dios. ¡Ay de ti que matas al inocente y despojas de él su bien, que arrebatas el pan del justo y dejas sin comida el hogar, que retienes con terror al que tiene para despojarlo de su riqueza, que coaccionas y asaltas al que bien trabaja, que no te importa enlutar a las familias con tu maldad, que dices a lo bueno malo y a lo malo bueno, que truncas la inocencia del infante y que siembras en la juventud tu ilusoria semilla de muerte, que devoras con tu maldad al joven y te enriqueces con su desgracia, que justificas al perverso de camino y al justo cercenas su derecho, que eres sabios en tu opinión y justificas tus malas acciones, que a la noche le dices día y al día le dices noche para cubrir tus maldades y decir -No sabía lo que estaba haciendo-! ¿Acaso, cerraré mis ojos a tu violencia y maldad? ¿No haré yo justicia al justo? ¿No escucharé yo el llanto de la madre, de la viuda y del huérfano? ¿Pasaré por inocente al culpable? En tu oscuridad vendrá la destrucción repentina y no habrá para ti amanecer, como el ave rapaz asalta a su presa el mal te asaltará a ti, en tu embriaguez beberás el cáliz amargo de tu tortura, no habrá quien te tienda la mano, tus miembros serán esparcidos y la muerte agónica te premiará, la fetidez de tu cuerpo se tapará con cal y sin nombre serás puesto junto a miles que nadie reclamará jamás. ¡Ay de ti que practicas lo oculto, lo pagano y lo profano, que haces ritos, haces pactos abominables con mi adversario, que engañas con tu maldad al crédulo y en tu depravación haces sacrificios de sangre que atan a ti a esta nación! ¿No conozco Yo tu maldad? ¿No conozco cómo destruyes al inocente y vuelves leña al incauto? ¿No conozco cómo embrujas esta nación y compras el alma de los decisores y los mueves con tus velos mágicos para que te entreguen la sangre y el alma de esta nación? ¿No conozco Yo tus abominaciones y maquinaciones contra Mi Pueblo? ¿No conozco Yo que te haces pasar por pueblo Mío para colocarles velos mágicos a mis apóstoles, pastores, profetas, evangelistas y maestros, que te vistes de oveja para desparramar a mis fieles tras tus encantos? Tu maldad te alcanzará y como el que muere en la angustia quemado por las llamas, tus gritos de agonía se harán oír y nadie los escuchará, porque como el fuego devora la paja, serás devorado en tu maldad, tu cadáver en podredumbre y gusano será arrojado y recogido como excremento y las aves de carroña lo comerán; no habrá quién llore, no habrá quien se conduela de ti, no habrá para ti tumba, ni lápidas que recuerden tu nombre; porque Dios no sólo te cortará de raíz, sino que también consumirá tus lugares altos y destruirá totalmente todo tus altares, como sitio desolado quedarán tus caminerías de procesiones y la tierra abrirá su boca para tragar los tronos de tus dioses y con la fuerza de Mi Mano los echaré, de una vez, totalmente, de esta nación.”

Así habla Dios a Venezuela: “¡Ay Venezuela! Cómo lloras tu despojo, cómo se han movido tus montañas y valles, cómo la gran montaña se sacudió y cómo se bajan los cerros y cómo el mar abre su gran boca para tragarse con brutalidad tu Perla y tus ciudades. Tu luto es en gran manera llorado por muchas naciones, tus pequeños son llevados lejos del seno de la que lo amamantaba; tus ciudades han sido desoladas; la destrucción repentina destruyó tus fuentes de energía; tus fuentes de alimentos y graneros ya no están más; Y buscarás con desesperación tus fuentes de aguas, pero las encontrarás destruidas, contaminadas o secas y llorarás junto a ellas como mujer que pierde a sus hijos.

¡Ay Venezuela! Tus jóvenes y tu fuerza de trabajo se volverán carne fresca para los depredadores que saltan del cielo y para las fieras salvajes hambrientas que emergen de los montes y el mar. El fuerte y valiente que desafiaba gigantes será abatido. No habrá quien salve, pues alcé pendón en la nación del norte y los vientos los pongo a su favor, levanto también pabellones en otros países con sed de tu sangre; la madre y la hija independiente se enfrentarán de nuevo en una historia que data de más de 500 años, y la tierra del León querrá sacar provecho; se enfrentará el gigante con el pequeño y yo no estaré con él; confiará el pequeño en sus hermanos y sufrirá su traición como la traición del que resguarda su pellejo; también sus aliados de lejos verán su infortunio, pero su ayuda se confundirá con el estruendo del poder del huracán del norte; no obstante, yo me ensañaré contra ellos y Mi juicio les haré conocer, por cuanto se burlaron de tu desgracia y su placer de verte caída se dejó saber en los cielos; en aquel momento me arrepentiré de pisarte y me volveré contra el gigante y lo haré caer. Entonces, Venezuela, detendré mi ira sobre ti y se apaciguarán los vientos, dejaré de pisar el lagar y te traeré paz y consuelo; me acordaré de tu remanente lo levantaré y le lavaré su sangre y le entregaré la herencia de esta nación; sanaré las heridas de tu tierra, haré que tu llanto se vuelva regocijo como la mujer después que ha dado a luz y tiene a su hijo en sus brazos; retiraré a todos tus predadores y te devolveré completamente tu tierra, caminarás en ella como quién camina sobre plumas finas, haré que los cielos la rieguen y el mar y los ríos produzcan sus peces en abundancia, los campos reverdecerán y la tierra dará su fruto y sus sabanas se llenarán de ganados, abriré nuevas fuentes de energía e industrias y tus riquezas sobreabundarán, yo seré tu Dios y derramaré sobre ti el fuego de mi Espíritu y avivaré tu tierra y levantaré bandera de Victoria y extenderé mi avivamiento y salvación a todas las naciones y vendrán a ver tu esplendor y conocerán que Yo soy el Dios tuyo.”

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ACERCA DE LAS PROFECÍAS DE APURE Y VISIONES DE LA IGLESIA EN 7 CONGREGACIONES


ACERCA DE LAS PROFECÍAS DE APURE Y VISIONES DE LA IGLESIA EN 7 CONGREGACIONES

Al Señor le pareció bien revelarme a mí, Ana Victoria Sanz, en el lapso de los meses marzo y abril del 2010, la condición de su iglesia en Apure, Venezuela, y también me mostró, aún más en específico, la condición de la misma en siete de sus congregaciones. Me reveló sus inicios y me hizo ver como el enemigo ha venido obrando en ellas para desviar a su pueblo del Camino de la Verdad, del Amor, de su Justicia, del evangelio de Jesucristo, de la doctrina de los Apóstoles y de su segunda venida. Y aunque al principio pensé que el mensaje sólo era para esas congregaciones, posteriormente me dijo que cada una de ellas representa la condición general de una parte de la iglesia en Apure e incluso de todo el país y que por lo tanto debía publicar lo que me había revelado en este blog.
Desde los inicios de la iglesia, el enemigo (Satanás), ha querido desviarla del evangelio de Jesucristo. El adversario mezclando medias verdades con medias mentiras ha logrado que la iglesia se sesgue hacia los lados de la doctrina de los apóstoles y deje de lado el Primer Amor. De una u otra forma en las diferentes congregaciones se infiltra el enemigo aprovechándose de la fragilidad de su fe, la cual “es por el oír; y el oír por la palabra de Dios” Romanos 10:17; Satanás disfrazado ha ido tomando espacio  hasta envolver a la iglesia en sus artimañas, de desunión, fariseimo, hermetismo religioso, reglas, dogmas, leyes de hombres, libertinaje, doctrinas, comercialización, inmoralidades, mezcolanzas, orgullo, en fin. Sin embargo, Dios siempre ha mantenido a su pueblo en alerta de estos peligros y no escatimó en ningún momento en confrontar a las diferentes congregaciones con su pecado para que estas se volvieran al camino de la Verdad, al evangelio de Jesús (y eso lo podemos ver claramente en 1 Corintios, Gálatas 3, Apocalipsis 2 y 3). Cada una de estas condiciones de la iglesia en las diferentes ciudades descritas en estos libros de la Biblia es una ilustración de la situación de cualquiera de las congregaciones de la iglesia de Dios en el día de hoy, y reflejan las varias estrategias sinuosas que usa el Adversario, el Diablo, para desviar al cristiano de la fe en Cristo y de la sana doctrina, de hecho muestran como se va dejando de lado el Amor, o sea a Dios, porque Dios es Amor y se tiene en poco los mandamientos del Señor Jesús puntualizados en Mateo 22:37-39 “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38Este es el primero y grande mandamiento. 39Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”

En sí, lo que interpreto de estas revelaciones proféticas que el Señor me dio de esas 7 congregaciones de la iglesia en Apure, las cuales reflejan la situación de la iglesia en Venezuela, es lo vivió la iglesia en los tiempos de los Apóstoles, tanto es el parecido que podemos concluir que Satanás no es creativo y usa las mismas estrategias de seducción y mentirá para engañar al pueblo de Dios y si no estamos en cuenta de esto podríamos creer ingenuamente que “…eso que le pasó a iglesia de Éfeso no le pasará a nuestra iglesia, o eso que le pasó a las congregaciones de Galaxia no le ocurrirá a nuestra congregación”, sin embargo, hermanos míos estamos, actualmente, lidiando con el mismo adversario el Diablo con el que lidió la iglesia en sus distintas congregaciones en sus inicios.


Creo que a Dios le pareció bueno mostrarme estas revelaciones de la situación de su iglesia en Apure, porque desde hace más de dos décadas he venido orando por este estado llanero, y en los últimos 10 años he persistido con mayor ahínco y quebrantamiento intercediendo y suplicando ante el Señor por su Iglesia en estas tierras del sur venezolano, pues aunque es considerado un territorio que adora al Dios que hizo lo cielos y la tierra, dueño del oro y de la plata, por ser uno de los estados con mayor porcentajes de cristianos evangélicos de esta nación (y sin temor a exagerar creo que también es uno de los estados con mayor cantidad de templos del país y quizás me estoy quedando corta, porque no tengo un estudio real del crecimiento y establecimiento de congregaciones cristianas evangélicas en Apure, pero por simple observación, instituyo que prácticamente en todos los barrios hay una congregación evangélica x cada 3 cuadras) es una población con altos niveles de atraso, verificables en los índices socioeconómicos de la misma, es una de las entidades con mayor pobreza, morbilidad, mortalidad infantil y materna, desnutrición, violencia, delincuencia y desempleo en Venezuela.

Toda esta carga de intercesión por Apure y la iglesia de Dios la tengo desde que tenía 15 años, pero se me acentuó, más o menos por el año 1991, cuando uno de mis profesores en la universidad explicaba que la causa de esos índices sociales negativos y alarmantes de Apure se debía al opio de la sociedad, es decir, a la creencia en Dios; afirmaba este docente universitario que los evangélicos y los cristianos en general eran los responsables del atraso y subdesarrollo de los pueblos, puesto que creer en la existencia de Dios y la Biblia era una especie de droga que hacía que los pueblos se sumergieran en la miseria, conformismo, escapismo de la realidad y todo lo que eso conllevaba y que Apure era el ejemplo de ello.

Fue un tiempo confróntativo en la universidad con aquel profesor, pero desde entonces mi alma y corazón no tuvieron reposo en cuanto a eso, por lo tanto me dediqué a ir al altar y llevar al lugar santísimo la súplica continua por Apure junto a un sin número de preguntas. Pasaba horas pidiendo a Dios que me revelara la verdadera causa de la condición de pobreza y atraso de esta tierra; le indagaba ¿Por qué si había tantos cristianos lo que se veía era maldición, ruina, desolación, enfermedad, pobreza, violencia, delincuencia y atraso? ¿Qué pasaba con su iglesia? ¿Dónde quedaban sus promesas de bendición? ¿Realmente debíamos vivir en la miseria para demostrar humildad como se nos enseñó? ¿Son esas bendiciones y galardones sólo para después de la venida de Cristo cuando reinemos con Él en la Nueva Jerusalén? ¿Por qué si somos una sola iglesia somos tantas denominaciones y nos escarnezcamos y vituperamos unas a otras sólo porque creemos ser dueñas de la verdad y ser más santas que las otras? entonces ¿Se agrada Dios de la iglesia apureña? ¿Realmente está bajo la voluntad de Dios? ¿Practica la iglesia los mandamientos y evangelio de Jesucristo? ¿Se está moviendo en la doctrina de los Apóstoles? ¿La pobreza y condición de Apure se debe en gran parte a la verdadera condición de la iglesia apureña con Dios? tantas preguntas como estas que ardían dentro de mí y que le hacía continuamente al Señor.

Pasó muchísimo tiempo, hasta, hace unos tres o cuatro años, que vino un hermano de Almolonga, Guatemala, el cual, tengo entendido yo, Dios le había dado instrucciones especificas de venir a Apure sin conocer a nadie y Él en obediencia se contactó con unos hermanos en el Centro del país que lo contactaron con el Apóstol Gilberto Nieves que en aquel entonces era el pastor general de nuestra iglesia Emanuel en Apure; allí fue recibido con alegría y se organizó un evento especial con varias congregaciones y él nos dio el testimonio de su pueblo y un mensaje para la tierra apureña.

La primera y segunda noche que estuvo en la ciudad de San Fernando, Capital de Apure fueron extraordinarias, el testimonio y mensaje fueron impactantes me sentí feliz por lo que Dios había hecho en ese pueblo guatemalteco, pero cuando finalizó la ministración me entró un pesar por Apure y me fui compungida para mi casa; cuando todos se durmieron me postré ante el Señor a llorar por esta tierra en que Él me permitió nacer y vivir, y no cesé de llorar y de gemir durante la noche, pues el dolor era incesante y desgarrador; le decía al Señor ¡Dios, tienes que hacer algo! ¡Oh, Dios, dime por favor algo! ¿Podrá este pueblo tener un milagro parecido al de Almolonga? ¿Seguiremos siendo acusados de la pobreza de Apure y seremos la burla de los que dicen tener el conocimiento y la ciencia? Dime, Oh, Dios ¿En qué estamos fallando? Ya de madrugada el Señor me dio esta Palabra en Isaías 62:4-12 que me consoló y me hizo saber que la respuesta del Señor a mis preguntas venía en camino pues me decía “Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada… …Y les llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jehová; y a ti te llamarán Ciudad Deseada, no desamparada”.

De pronto lo entendía todo, al fin este texto que por más de un año saltaba para mí, en cualquier Biblia que tomara, tenía sentido, sentía que Dios me lo explicaba a mi corazón con el lenguaje sencillo que un padre que le explica una verdad profunda a su hija. Apure la desamparada, la desolada, la vergüenza dejaría de ser así y sería tierra deseada, tierra bendecida y lo mejor de todo, la iglesia, su iglesia apureña, resaltaría ante los ojos del resto de los Pueblos por ser un pueblo verdaderamente santo, unido, lleno del amor, la prosperidad y bendición de Dios. Desde entonces he sabido que Apure tendrá un milagro parecido al de Almolonga y estoy convencida que lo veré y disfrutaré de ese milagro, aunque antes tendremos que ser pasado por fuego como el Señor ha hablado en las profecías y el tiempo de esplendor que vendrá para Apure y Venezuela después es corto, pues el tiempo profético del anticristo y el fin del mundo está muy cerca.

Todo lo que el Señor me mostró a través de su Palabra me dejó con la esperanza puesta en Él, anhelaba hablarle al pueblo apureño y lo hacía cada vez que tenía la oportunidad en la iglesia, en la calle, por la radio en la televisión, pero cuanto más tiempo pasaba Apure empeoraba y mi clamor se reanudó y se hizo más fuerte, empecé nuevamente a indagarle al Señor ¿Qué pasa mi Dios? ¿Por qué si me has hablado de que harás un milagro como el de Almolonga no sucede nada, antes bien todo va de mal en peor? ¿Perecerá Apure en esta situación y seguiremos siendo el oprobio de estas tierras? ¿Estás contento con la condición de tu iglesia apureña? ¿Lo estamos haciendo bien o estamos contristando tu Espíritu? ¿Dónde está la falla?

Fue entonces que me dijo que me apartara los 40 días cuando me dijo que me daría la Palabra para la Iglesia de Apure, publicada en este blog hace unos meses, pero también en ese tiempo apartada me reveló Palabra para su iglesia en esas 7 congregaciones especificas en Apure. Las razones por las cuales me dio la revelación sólo para esas siete congregaciones en especial no me las dijo, sin embargo, yo, Ana Victoria pienso en mi humano entender que si cada una de ellas representa una parte de la iglesia en general, entonces cualquier otra congregación de las miles que hay en Apure pudo haber sido objeto de la revelación de Dios, pero presumo yo, que el hecho de que fueran exactamente esas 7 se debe a que ellas son las pioneras y/o las más grande en infraestructuras del estado, o que de ellas surgieron la gran mayoría de las demás congregaciones ya sea por divisiones o por ser congregaciones hijas; o que de alguna u otra forma ellas son singularmente emblemáticas y punto de referencias por sus doctrinas, sucesos eclesiásticos, o por la cantidad de creyentes registrados como miembros, en fin.

Confieso que el tiempo de recibir la revelación para estas congregaciones apureñas fue un tiempo muy especial, un tiempo de descubrimiento del sentir del Señor Jesús por su amada iglesia, pues Dios me mostraba cuánto amor le tenía y cómo era de delicado y especial con ella. Me mostró a cada iglesia (es decir, cada congregación, porque la iglesia es sólo una) como una mujer hermosa, y aunque era la misma mujer bella representando a cada congregación, esta mujer se mostraba diferente en cada una de ellas, es decir tenía estilos y formas distintas de actuar según las condiciones y personas en que el amor llegó al corazón de esa congregación, las formas en que crecía el amor de su Amado en ellas y las mismas apreciaciones particulares que cada una tenía de valorar y estimar el carácter y la voluntad de su Dios. En cada estilo y forma de presentarse, la hermosa mujer que personificaba a la iglesia, sobresaltaba ciertos atributos de ella que definían el carácter, el lenguaje de amor y la unidad de esa congregación con el Señor, así como también su solicitud y obediencia de forma singular. Era verdaderamente hermoso ver cómo esa mujer se desvivía, con sus cualidades propias de esa asamblea, en agradar a su Amado mientras saltaba de ella un deseo particular para atenderlo y hacer su voluntad sin escatimar ningún esfuerzo.

Veía como el mismo Señor enseñaba a su amada "Nativa"; era una hermosísima mujer silvestre con su piel bronceada por el sol de los llanos, que se movía libre y sin temor por todos aquellos horizontes sin empalizadas, es decir, sin parcelas, ni cercas; se veía sencilla, pero en extremo hermosa con su vestir campesino y su pelo suelto movido por el viento; cándida, franca, ágil como una cierva (una venadita), sagaz, solícita, espontanea y expresiva; no sabía leer, ni de protocolos, ni de reglas de comportamiento, pero su corazón era en extremo puro y toda ella mostraba el amor sincero; el mismo Señor, en esas extensas sabanas del Apure, le enseñaba con toda paciencia y dedicación a leer su Palabra y entender su ley del amor en los atardeceres mientras el sol empezaba a dibujar sus crepúsculos llaneros y ella empeñada no perdía ni un solo instante para aprender y poner en práctica en todo tiempo y lugar cada instrucción de su Maestro Amado.

Veía a "Hermón" como una mujer perfecta en su caminar, elegante, de un mover delicado, vestida de ropas con el estilo a mediados del siglo pasado, completamente punto en blanco, sin ningún tipo de ajes, con todo su vestuario combinado y entonado con los guantes, medias y sombrero. Y su rostro de porcelana hacía resaltar aquellos ojos, tan perfectos, de líneas tan delicadas, de pestañas muy hermosas que los realzaban sublimemente y al mirarlos se podía ver que de ellos como destellaba un brillo de pureza y humildad en medio del celo por mantenerse sin manchas, sin arrugas y sin contaminación para agradar a su Amado.

Veía a su hermosa "Emanuel" como una mujer grácil, libre, prudente sobremanera, desprendida, entregada a su Amor; vestía ropas sencillas, pero a la moda, era como esas mujeres que visten cualquier cosa, que por simple que sea la prenda realzan su belleza; usaba su pelo suelto con un brillo especial, sedoso, semi ondulado que caía de forma casual sobre sus hombros, sus labios tenían un rosado encendido natural, su rostro hermoso mostraba la humildad de su corazón de una forma especial, su ojos destellaban el amor puro y entregado que todo lo sufre, que todo lo espera, que todo lo soporta; su ley era el amor y todas las demás reglas eran innecesarias; aunque parecía muy delicada era todo terreno, es decir, no se detenía, ni se retraía al tener que hacer cosas rudas, fuertes y en condiciones inhóspitas, sino por el contrario se lanzaba con pasión a ejecutarlas así arriesgara su vida. Por su convicción de la ley del amor que rompía todo dogma que rigiera su relación con su Amado, era menospreciada, era objeto de burla y de vituperios, me recordaba a Ana siendo objeto de las burlas de Penina, igual que Ana, ella no abría su boca para enfrentar los vituperios, guardaba en silencio su afrenta y sólo se derramaba y quebrantaba a los pies de su Amado. Era realmente una mujer que representaba la convicción, la humildad y el amor.

Veía a su radiante "Luz del Mundo" como una mujer hermosa con el pelo ondulado y largo, con brazos y manos agiles y gráciles; con un caminar de danza y baile nupcial parecido a los bailes del medio oriente; sus ropas delicadas y blancas con prendas relucientes que destellaban luz que alumbraba en su mover las tierras oscuras del Apure; no cesaba de danzar en una conexión perfecta con el Espíritu y su Amado se ensimismaba de amor por ella; su cuerpo era perfecto; y sus movimientos se veían apaisados y armónicos mientras bailaba y danzaba; en todo tiempo lograba mantener la mirada fija del Señor el cual se derramaba en ella embriagándola de su amor y haciéndola arder del fuego de su Espíritu en una unidad perfecta que rompía todo esquema de lo que era concebido hasta entonces como lo aceptable en la relación con su Señor, por lo cual la afrentaban y burlaban, la criticaban y vituperaban sin contemplación, pero mientras más la señalaban, más pronunciado y seguro era su bailar, las hojuelas se hacían más relucientes y su amor se acrecentaba más manifestando con su mover el poder del amor en señales y milagros sorprendentes; además mostraba total sumisión y obediencia a su Amado. Mientras la veía danzar para su Señor. Viéndola el Espíritu Santo me recordó a David danzando y a Mical criticándolo y tuve mucho temor y quebranto por esto, y me revisé una y otra vez a ver si en algún momento de mi vida yo me había reído o había criticado a esta congregación, pues el Señor me reveló que por causa de la burla que le hacían a su Amada Luz del Mundo por su danzar sin recato y sin ningún límite y por dejar que el Espíritu Santo se moviera a su gusto, muchas congregaciones de la Iglesia permanecieron por décadas estériles por burlarse y criticarla e incluso dijo que seguirán siendo estériles y secas hasta que se arrepientan de su pecado. Reconozco que me sorprendió el Señor con tanto amor y celo por su Amada Luz del Mundo.

Veía a su "Peña de Horeb" como una hermosa mujer ejercitada, se le veían definidos los bíceps y los tríceps de sus brazos y los músculos precisos de sus piernas, pero sin exagerar y sin ser ordinarios o masculinos; su rostro fuerte, escondía a una mujer sensible al amor y pura de corazón; usaba ropa de camping y botas todo terreno, sus movimientos eran seguros y agiles, era temeraria en el sentido bueno de la palabra, fuerte y algo ruda, pero sutil y sensible cuando se requería, era ingeniosa, valiente, incansable, inconmovible, sagaz, preventiva, diestra con las armas, leal y apasionada. La voluntad y deseo de su Amado era el motivo de su accionar, su amor hacia su Señor era demostrado en la obediencia absoluta e inmediata, su entrega era total; conocía el lenguaje secreto de su Señor y sabía cómo actuar para que el corazón de su Amado estuviera siempre henchido de amor por ella.

Veía a su dulce y enamorada "Zarza Ardiendo" como una mujer lindísima con un rostro puro, maternal y comprensivo, entregada completamente a su Amado, lozana, fresca, servicial, impecable, diligente con un vestir clásico y sencillo y de un andar de pasos rápidos, siempre anticipada y tutelar; se mostraba siempre solícita, amorosa, equilibrada, cuidadosa en su alimentación, trabajadora, predecesora e incansable al hacer la voluntad de su Señor; en sí se veía como una mujer completamente enamorada y desvivida por su Amado, que vivía por agradarlo y enamorarlo de ella y Él se deleitaba en agradarla, le llenaba de su amor y con dulzura le enseñaba el camino por donde debía andar, con su mano fuerte le guardaba y le ayudaba en sus múltiples labores haciéndola descansar.

Veía a su "Anunciadora de Sión", como una mujer hermosa, de rostro con líneas firmes y sonrisa franca; su voz era fuerte y suave a la vez, ni muy aguda, ni muy grave, era un timbre de voz perfecto que mantenía la atención del más distante del lugar; sus ropas eran de milicia, pero a pesar de ser ropas de combate se realzaba siempre su belleza femenina; era una soldada, siempre lista y en pie de lucha por hacer prevalecer el Amor dentro de un territorio inhóspito de guerra contra el Adversario. Lo que movía su causa y su existencialidad era el amor genuino por su Amado, el cual no escatimaba en ningún momento demostrarle su amor; conocía perfectamente el lenguaje de Amor y entre ellos había una perfecta comunión. Era una Mujer visionaria, íntegra, valiente, segura de su convicción, cuidadosa en ver con los ojos de su Señor y solícita en escuchar las instrucciones de él; de orden y de estrategia y de temple inconmovible; lanzada para la conquista y persistente en hacer la voluntad de su Amado. En sí se veía como una mujer guerrera por amor, disciplinada y obediente en extremo que mantenían prendado su corazón al amor de su Dios.

Pero así como me mostró a esa mujer linda en sus diferentes representaciones congregacionales, mientras estas estaban en los tiempos de vivir en el Primer Amor, también me mostró una segunda mujer, una mujer usurpadora que se hacía pasar por La Iglesia del Señor Jesús, Cordero de Dios; una mujer falsa que trataba de engañar en las congregaciones a los de la fe e impedir que se añadieran a la iglesia los que han de ser salvos para así impedir que se cumpla la gran comisión de Mateo 28: 19-20 y la Esposa (la Iglesia) pierda su pureza, se desvíe, se vuelva apóstata, sepulcro blanqueado, prostituta, en fin (Efesios 5: 25b-27, Apocalipsis 22:2, Mateo 25: 1-13); Era una mujer que dependiendo de la condición de cada congregación, también cambiaba su presentación, se mostraba con imágenes y condiciones fachosas, ostentosas, exageradas, desaliñadas, sin combinación alguna, desentonadas, vulgares, desagradables, mal olientes, en fin, y su rostro también dependiendo de la congregación hacía resaltar el carácter y condición de la misma, condición de soberbia, imponencia, autoritarismo, tendencias apostatas, descuido, soberbia, inmoralidad, libertinaje, amargura, infidelidad, orgullo, interés, avaricia, rebelión, idolatría y hechicería.

He aquí publicado en este blog la Palabra profética que Dios me dio para cada una de las siete congregaciones de Apure, tales congregaciones son: Iglesia Nativa, Iglesia Emanuel, Iglesia Luz del Mundo, Iglesia Zarza Ardiendo, Iglesia Hermón, Iglesia Peña de Horeb e Iglesia Anunciadora de Sión. Cabe resaltar que apenas salí de los 40 días, imprimí todo lo que el Señor me dio y fui a cada sede congregacional referida en las profecías con testigo y una planilla para firmar como recibido; me senté con cada Pastor General de las congregaciones nombradas y personalmente le entregué un ejemplar impreso con una carta de transferencia de la responsabilidad del contenido del documento profético, en el cual le especificaba que una vez que yo le entregaba en sus manos ese ejemplar yo libraba mi responsabilidad ante Dios y ante esa congregación; igualmente en ese mismo momento le explicaba el contenido profético y la forma en que Dios me lo había dado, así como la visión respectiva; igualmente le entregué a cada uno un ejemplar de la profecía 2003 y del 2010, junto a la profecía de la iglesia de Apure para que la filtrasen por la Palabra de Dios con la ayuda del Espíritu Santo y si encontraba que venía de parte de Dios se la leyesen a la congregación y se arrepintieran de lo que el Señor decía que debían arrepentirse y se volvieran sus malos caminos en que el Adversario el diablo había hecho que ellas incurriesen.

En ese tiempo el Señor me dijo: "Entrégale a cada una solamente la Palabra profética que le corresponde y guárdate de publicarla hasta que Yo te diga". Hace, pues ya unas semanas que Dios me dijo: "Los pastores de las congregaciones han tenido en poco la Palabra y mi iglesia no la ha recibido, pero es necesario que mi iglesia en esas congregaciones sepa lo que le ha de acontecer si no se vuelve a mi; además cada congregación representa una parte de la condición en que se encuentra mi iglesia en general en Apure y en Venezuela". Así que prepárate ahora y hazlas del conocimiento público en INTERNET, pues muchos de mis hijos la leerán y se arrepentirán de sus malos caminos y se volverán a mí, entonces Yo me volveré a ellos y les perdonaré y les guardaré en el día de la adversidad y en el día en que los destruidores tomen a esta Nación".
Atte. Ana Victoria Sanz

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Profecías para la iglesia de Venezuela


Así te dice Jehová el Señor, a ti Pueblo de Dios, para que recibas estas Palabras que te entrega hoy… “Sea que escuches o dejes de escuchar, quizás las escuches, quizás te arrepientas y te vuelvas de tus malos caminos, quizás tu duro corazón se conmueva y te vuelvas a Mí para que yo tenga misericordia de ti, porque ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te distraes en tus propias y vanas sabidurías y en tu hipocresía religiosa desvirtúas mi mensaje, tu hablar me es fastidio y tus ritos me son abominación! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que con tu fútil santidad levantas el dedo señalador para sentenciar inicuamente aún al inocente! ¡Ay de ti pueblo de Dios; que con tu falsa adoración levantas en mi Nombre espectáculos para brindarte tributo en mis altares! ¡Ay de ti pueblo de Dios que te revuelcas cual ramera y al levantarte me ofreces sacrificios llenos de inmoralidad! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te jactas de tener la verdad y no andas en ella; que emites juicios en tu religiosidad cual fariseos y miras con desprecio a tus hermanos! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que mezclas lo santo con lo profano! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que en tu liviandad y falta de temor llevas una vida réproba que pone en vergüenza y deshonra mi Nombre y a mi Iglesia, que con tus actos y testimonios inmorales te conviertes en piedra de tropiezo para el que quiere entrar por La Puerta! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te jactas cual pavorreal en tu parcela de ser dueño de tu verdad y te empeñas en encuadrarme en tus doctrinas e interpretaciones humanas! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te tomas como tuyo lo que es mío, que insistes en engañar al Espíritu con tu hipocresía religiosa! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que metes tu mano inescrupulosa en el alfolí y tomas mis ofrendas y sacrificios para tus deleites y concupiscencias! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que en tu viveza engañas a mis pastores para vivir cual sanguijuela chupando la sangre de mis ministros! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que has hecho de tus inclinaciones políticas tus dioses! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te has hecho dioses de tu avaricia y de tu glotonería financiera! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que en tu equivocada e hipócrita humildad encasillas mis bendiciones y mi prosperidad en la miseria de tu corazón y en la ruina de tu espíritu! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te levantas contra tu hermano, diciendo no es mi hermano comamos sus carnes! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te empeñas en medir la fe en Mí de tu hermano y mi Existencia en su corazón con la vara de tu religiosidad y el nivel de tu doctrina fariseísta! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que profanas mis altares con tu iniquidad y tu dedo señalador y con la multitud de tus pecados! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que te has ido tras la brujería y hechicería, que haces mescolanzas de lo vil y lo profano con lo santo, desviando con tus abominaciones a los pequeñitos de Dios! ¡Ay de ti pueblo de Dios, que levantas cada vez más altos los cercos de la división de mi Iglesia para confusión tuya y de los que han de ser salvos!”

Así te dice el Señor tu Dios: A ti pastor, que apacientas las ovejas del buen Pastor, recibe estas palabras y vuélvete de tus malos caminos, para que Dios te extienda su misericordia y sea oído tu clamor en el día malo y seas librado de la voracidad del cazador, porque “¡Ay de ti pastor, que te empeñas en mantener ciegas y en la miseria a mis ovejas! ¡Ay de ti pastor, que en tu religiosidad ciegas tu entendimiento negando con tus acciones mi Justicia y vedándole a mi Pueblo las llaves que abren las ventanas de bendición y abundancia de todo bien; provocándoles que en su pobreza y escasez renieguen de Mí! ¡Ay de ti pastor, que has profanado Mi Casa con tus intereses políticos, que te alegras en sentarte en la mesa de los escarnecedores y en sus banquetes presumes de que estoy contigo! ¡Qué falto de entendimiento eres! ¿Quién te dijo que Yo soy un Dios mendigo que me alegro con sus limosnas? ¿No Soy Yo el dueño del oro y de la plata, no Soy Yo el Dios de los tiempos y que pongo reyes y quito reyes? ¿Acaso es difícil para Mí colocar reyes conforme a mi corazón? ¿Acaso no conozco Yo tu corazón y tus pasiones desenfrenadas por el poder que hipócritamente pones mi Nombre al frente para revolcarte cual ramera con tu dios de la política y confundes, hieres y hasta matas a mis ovejas, porque no están de acuerdo contigo? ¡Ay de ti pastor, que desvías a mi pueblo del Camino, del mensaje de la Cruz, de la Resurrección, de mi Justicia, de la Segunda Venida de mi Hijo y de mi Juicio, hacia veredas amplias de vana prosperidad y riquezas; veredas permisivas y pecaminosas que los conducirán a la muerte! ¡Ay de ti pastor, que te empeñas en entretejer doctrinas de hombres como doctrinas salvadoras, que parcelas en ellas a mis ovejas y corderos encadenándolos y hasta matándolos con tus rígidas y vanas leyes señaladoras de su salvación y de la presencia de mi Espíritu en el corazón de ellos! ¡Ay de ti pastor, que enseñas a mis ovejas a practicar la iniquidad y a odiar a sus hermanos, sólo porque no practican tus doctrinas fatuas de hombres que en verdad esconden la santurronería y fariseísmo que hay en tu corazón! ¡Ay de ti pastor, que no ordenas mi casa, que dejas que el desorden obre en mi alfolí, que tienes en poco manejar con cuidado el tesoro de mi casa y dejas que el impío tome lo que es mío para deleitarse en sus concupiscencias! ¡Ay de ti pastor, que diriges a tus ovejas en las sendas del libertinaje y del desorden y en la falta de temor a mi Palabra! ¡Ay de ti pastor, que escuchas a los profetas que te aúpan y te hablan bien y cierras tus oídos y mantienes con pan de angustia y con agua de aflicción a mis profetas que te hablan Palabra de verdad y que te exhortan para que te vuelvas de tu pecado y dirijas en santidad y en unanimidad a mi Pueblo! ¡Ay de ti pastor, que desechas a mis maestros por escuchar profecías y enseñanzas de espíritus de mentira y manipulación agradables a tu oído! ¡Ay de ti pastor, que en la congregación que he puesto a tu cuidado dejas de lado el impartir la sana doctrina, el conocimiento y la enseñanza de mis mandamientos y preceptos y en tu ceguera encarcelas y matas a mis maestros! ¡Ay de ti pastor, ay de ti!”

Así te dice el Señor tu Dios: A ti maestro, escucha la profundidad en la sencillez de mi mensaje y reconoce ahora tus pecados delante de mí para que tenga misericordia de ti y en el día de la calamidad extienda mi mano para salvarte; porque “¡Ay de ti maestro, que en tu egoísmo y orgullo religioso y teológico cierras tu boca mientras el pueblo perece por falta de conocimiento, que en tu vano saber dejas contaminar la masa mientras dices -Allá ellos, yo no abro más mi boca-! ¡Ay de ti maestro que tomas y enseñas solo una porción de mi Palabra e invalidas en tu opinión y vano conocimiento el resto de esa Palabra, que te empecinas en instruir únicamente con tu mente creada la amplitud eterna e incomprensible de la PALABRA COMPLETA y PEREMNE del CREADOR que no se fracciona y acomoda a teologías y entendimientos humanos, encerrando con tus enseñanzas a mi pueblo en la limitación de tu insubstancial conocimiento! ¡Ay de ti Maestro que te empeñas en catalogar en tus criterios finitos, cambiables y llenos de fallos mis misterios inescrutables y las manifestaciones infinitas del Poder de mi Espíritu! ¡Ay de ti maestro, ay de ti!”

Así te dice el Señor tu Dios, Jehová de los Ejércitos: A ti profeta, que has sido llamado para que seas atalaya y para que tu boca suene como trompeta de fuego, escucha ahora su voz y pon afinado tu oído a esta Palabra que te hago saber hoy, para que te apercibas y te vuelvas de tus malos caminos y salves tu vida de tus predadores y de la calamidad repentina; porque “¡Ay de ti profeta, que te dejas usar por el espíritu de la mentira y manipulación y envías a la muerte a mis pastores! ¡Ay de ti profeta que te haces cuernos y haces actos proféticos despampanantes para profetizar sólo lo que los pastores y el pueblo quieren oír! ¡Ay de ti profeta, que hablas en mi nombre y es en tu propio nombre que hablas, que con vanas palabras desvías al justo de su justicia y al impío alientas en su pecado, que distraes y confundes a los pastores en tus propias concupiscencias y encaminas a mi pueblo hacia la apostasía! ¡Ay de ti profeta que hieres con tu espada a mis ovejas y destruyes con tu boca a mis corderos! ¡Ay de ti profeta, que no adviertes del mal a mi Pueblo, que cierras tu boca y callas la Palabra por salvar tu carne! ¡Ay profeta de Dios, que no adviertes al impío que se arrepienta, que cierras tu boca a causa de tu egoísmo y resentimiento esperando que el mal ocurra para ver saciado tu deseos de venganza! ¡Ay de ti profeta, ay de ti!”

A ti evangelista y ministro del altar; así te habla el Señor tu Dios que te llamó de las tinieblas para que anuncies la Luz a los que están en oscuridad; para que escuchando estas Palabras te arrepientas de tus pecados y malos caminos y en el día de la angustia, del terror del perseguidor y de la tormenta oscura, seas librado y la Luz te guié a tu salvación, porque “¡Ay de ti evangelista y ministro del altar que haces tus agendas en función de la garantía de finanzas, que poco tomas en cuenta a mi Espíritu, que tienes fuera de tu agenda las solicitudes de mis siervos que no te dan certeza de grandes ofrendas y de cubrir tus fastuosos gastos! ¡Ay de ti evangelista y ministro del altar, que cambiaste el mensaje central Evangelizador y de mi Justicia por la añadidura de la prosperidad! ¡Ay de ti evangelista y ministro del altar que mides la efectividad de tu mensaje con la cantidad de ofrendas recogidas! ¡Ay de ti evangelista, ministro del altar, que en tu soberbia crees que eres tu quién mueve las multitudes y en tu delirio te has envanecido, llegando a creer que te deben rendir pleitesía y que miras como a poco a mis ovejas! ¡Ay de ti evangelistas y ministro del altar, que confundes con tu vana palabrería e ilusorios shows la entrada de la Puerta! ¡Ay de ti evangelista y ministro del altar, que usas mi altar para comer la carne de mis siervos y ministros; y en tu carnicería voraz incitas a mi pueblo a comerla también! ¡Ay de ti evangelista y ministro del altar, ay de ti!”

Así te dice el Señor tu Dios, Rey de reyes, a ti apóstol; para que te vuelvas a Él de todo tu corazón y te humilles delante de él para que en su misericordia te perdone tus pecados y sea librada tu vida el día de la calamidad y de la persecución de los esbirros “¡Ay de ti apóstol que has descuidado tus rebaños, que has desviado tu misión de cuidar en las congregaciones que te entregado la sana doctrina y el mensaje del evangelio de la Cruz, de la Resurrección, de mi Justicia, de la Segunda Venida Cristo y de mi Juicio! ¡Ay de ti apóstol, que maltratas y hieres a tus pastores y no escuchas sus querellas, que los abandonas a su suerte y te dedicas sólo a las congregaciones que te garantizan ofrendas! ¡Ay de ti apóstol, que has dejado que tus pastores encaminen a mis ovejas por veredas falsas, que no has tenido cuidado de anatemas que se infiltran en las congregaciones que te he entregado! ¡Ay de ti apóstol, que has dejado que tus pastores se deslumbren con embrujos que los desvían de mi camino! ¡Ay de ti apóstol, que desvías a mis pastores hacia el fariseísmo que estableces como verdad salvadora, doctrinas de hombres y los esclavizas en tus prejuicios religiosos! ¡Ay de ti apóstol, que en tu religiosidad y en tu limitada interpretación de sólo fracciones de mi Entera Palabra impides que mis pastores vean y enseñen a mi Iglesia la amplitud de Mi Justicia, de Mi Bien y de Mi Abundancia sobre ellos y que te empeñas a encasillar en tus doctrinas de hombres la multiforme e infinitas manifestaciones de mi Espíritu, impidiendo el crecimiento de mi pueblo y el mover de mi Espíritu sobre mi Iglesia! ¡Ay de ti apóstol, que siembras en mis pastores doctrinas de hombres como verdades absolutas de salvación, que siembras en el corazón de ellos el rechazo y menosprecio hacia el resto de mis pastores y sus hermanos que no practican tales doctrinas, que provocas con tus doctrinas rígidas y despiadadas la muerte de muchas ovejas y la división de mi pueblo en parcelas! ¡Ay de ti apóstol, ay de ti!”

Ahora Iglesia, pueblo de Dios; así te habla Dios, tu Salvador; que entrega naciones y quita reyes y pone reyes por ti. Escucha esta sus palabras, pues te habla como un Padre que apela a que seas sensible a su voz y entres en las razones de su boca. “¡Oh, Pueblo mío, hijo mío! Por amor a mi mismo, en un último instante, con estas palabras, seré paciente contigo, como un padre amoroso que enseña a su hijo que lo ha colmado con su conducta y aun le detiene el castigo, una vez más, para tratar de persuadirlo con palabras sabias de que se vuelva de su mal camino y así, confrontándole, le hace saber las consecuencias de su rebeldía y de no escuchar su voz, insiste de varias maneras hacerle entender sus razones con la esperanza de que el muchacho lo oiga, se arrepienta y no lo empuje a usar el castigo severo y la vara correctora que quebrante su voluntad rebelde. Quizás entonces, entres en conciencia y mudes tu actitud y te vuelvas y te arrepientas, pues con grande amor te he amado. ¿Quién conoce tu corazón, sino Yo? ¿Quién conoce tu llamado, sino Yo? ¿Quién conoce tus debilidades y flaquezas, sino Yo? ¿Quién conoce tus temores, sino Yo? ¿Quién conoce tu pecado, sino Yo? ¿Quién conoce tus rebeliones, sino Yo? ¿No Soy Yo acaso un solo Pastor? ¿No tengo Yo un solo rebaño? ¿No me conduelo Yo por mis ovejas? ¿No sufro por la perniquebrada y por la herida y maltratada? ¿No pagué con precio de sangre por la que está afuera? ¿Podrás tú decirme a quién he salvado y a quién no? ¿Podrás tú decirme a quien he tomado por mi hijo o hija y a quién no? ¿Podrás tu ver el corazón del hombre sin que te lo revele Yo? ¿Podrás tú decirle a mi Espíritu cómo se debe manifestar y cómo no? ¿Podrás tú con tu vano conocimiento decirme cuáles son los métodos que se deben usar para alcanzar a los que han de ser salvos y cuáles no? ¿Podrás retener el mover de mi Espíritu con tu prudencia vana? ¿Podrás tú invalidar mi Palabra o fraccionarla sin que tengas consecuencias? ¿Tienes tú poder para ordenarme a Mí a quién le debo dar cual o tal don o cual o tal ministerio? ¿Podrás contar y clasificar en una matriz todas las formas infinitas que tiene mi Espíritu para manifestarse? ¿Podrás tú convencerme con tus argumentos, por qué es que tu denominación con tus doctrinas humanas es la perfecta y por qué es que tu forma de servirme, adorarme y presentarte delante de Mí es la correcta? Demuéstrame ahora con tus criterios humanos por qué no debería morar en el templo de los que cantan fuerte y usan todo tipo de sonido para alabarme a Mí; o morar en el templo de los que dejan que sus mujeres se pinten y usen pantalón y dejan que mi amor los mueva a servirme; o morar en el templo de los que danzan y dejan que mi Espíritu se manifieste como Él quiera; o morar en el templo de los que simplemente mantienen a sus mujeres calladas en la congregación mientras encuentran en el silencio la forma de unir su espíritu al Mío; o morar en el templo de los que diezman y ofrendan y cada vez más prueban toda clase de llaves que me hagan abrir ampliamente las ventanas de los cielos para bendecirles y prosperarles; o morar en el templo de aquellos apasionados por la gran comisión que no cesan de buscar y presentarme formas y estrategias, que no concuerdan con tu religiosidad, para alcanzar las almas y consolidarlas, encontrando, con gozo, que el poder de mi Espíritu los respalda y hace que se añadan a mi Iglesia miles de aquellos que han de ser salvos. Dime ahora pueblo mío, dime ahora hijo mío; ¿limitaría Yo mi Justicia y multiforme naturaleza divina de relacionarme con mis hijos sólo por tus paradigmas religiosos? ¿Podrás tú encasillarme en tus teologías toscas? ¿Puedes responderme a estas preguntas con el verdadero amor y la sinceridad genuina que motiva mi Espíritu en tu corazón y dejarme satisfecho y convencido con tu respuesta? ¿No hice Yo que doce hombres con caracteres, valores, fuerzas, condiciones distintas, niveles de fe y sensibilidad para escuchar y atender mi voz se establecieran como tribus y se multiplicara mi pueblo? Y ¿No fui Yo quien escogió doce hombres con diferentes caracteres, fuerzas, conocimientos, valores, condiciones sociales, económicas y políticas y con desiguales niveles de fe y sensibilidades al oír y al poner por obra mi voz para que fuesen mis discípulos y para que del testimonio de ellos se estableciera y multiplicara mi Iglesia? ¿Crees entonces que porque tomé doce tribus y doce apóstoles tuve doce pueblos diferentes y doce iglesias distintas? ¡Claro que no! cada una posesiona un territorio y todas juntas hacen una gran nación, cada uno llega a los perdidos con mi mensaje de una forma y todos juntos cumplen la Gran Comisión! La tribu de Benjamín no le puede de decir a la de Rubén: ¡Quítate de esta tierra, pues tú no eres pueblo de Dios, porque no haces esto o aquello que yo sí hago! O Judá no le puede decir a Efraín: ¡Quítate, sólo yo soy pueblo de Dios! ¿No fui Yo quien rompió el esquema que mis apóstoles habían concebido de cómo y a quiénes debía predicarse mi evangelio? ¿No fui Yo quién confrontó a Pedro para que no llamase inmundo lo que yo santifiqué y para que comiese y participara con confianza de ello? ¿No fui Yo el mismo que también escogió a Pablo y a Pedro, actuando en ellos como quise; uno en el apostolado de la incircuncisión y al otro en el apostolado de la circuncisión? Por eso, pueblo Mío, hijo Mío, no hay nada que justifique tus acciones, pues Yo tengo un solo pueblo, una sola Iglesia, un solo Camino, una sola Verdad y un solo Espíritu que es el único que ha sido enviado a convencer de pecado, de justicia y de Juicio.”

Otra vez, pueblo de Dios; el Dios tuyo que conoce tus pensamientos y escudriña los corazones te habla a ti que te niegas a oír esta voz para que depongas tu actitud y dejes de lado tu soberbia y desobediencia; porque “¡Ay, de ti pueblo de Dios que has decidido ser rebelde a estas palabras! ¡Ay de ti pueblo de Dios que buscarás cualquier excusa para decir que la boca de Jehová no ha hablado! tu duro rostro y tu dedo señalador demuestran cuanto te has envilecido cual fariseo y cuanta hiel y podredumbre hay en tu corazón. Dice Dios “Tu pecado llegó a los cielos y mi balanza te ha hallado falto”.

Por esta razón se enciende el furor de Dios contra su pueblo y se extiende contra él su mano; cierra los ojos para no ver tu aflicción mientras la espada desenvainada comienza con los que en el altar ministran y sin piedad alguna no descansará, ni reposará hasta que haya acabado.

Nuevamente dice Dios: “¡Ay pueblo de Dios! Tu maldad te castigará y tus rebeldías serán las que te condenen, por cuanto has decidido escasear en mi temor y dejar de lado mi Palabra y por cuanto conoces la Verdad y te empeñas en desviarte del Camino, tu castigo será mayor. Te probaré con fuego, fuego que consuma como paja tu soberbia, tus vanas obras y tus doctrinas de hombres. En el día de la destrucción repentina no estaré contigo y tu angustia no será oída. ¡Ay, pueblo de Dios tu maldad te ha alcanzado! No hay donde esconderse, se han vuelto contra ti y corren detrás tuyo con palos y toda clase de armas para comer tus carnes; como quienes cazan liebres son tus perseguidores, los cuales te buscan aun en los escondrijos y te sacan, exhiben y te cuentan como quién se ufana en contar las presas de su caza. Por tu pecado e incredulidad dejaré que la muerte te persiga y te alcance la calamidad. En tu angustia y persecución te haré amar al hermano que desprecias y con tus manos agarradas tan fuertes a las de él, como el que teme ser arrebatado del otro, clamarás a Mí por tu salvación. Te dejaré beber de mi copa y si me negares yo también te negaré. Dejaré que tus angustiadores golpeen tus carnes y tu corazón y que traten de volverte hacia ellos hasta la muerte. Pero Yo me acordaré del justo, me acordaré de aquel que se volvió a Mí, de aquel que quebrantó su corazón y se humilló ante mi presencia y haré que sus perseguidores sean destruidos y devorados ferozmente por las aves de rapiña y las fieras grandes que saltan de los montes y los mares. Entonces bajaré a ellos con el consuelo y el bálsamo para sus heridas y enjugaré su llanto, levantaré su cabeza y le daré a comer banquetes, le ungiré con mi aceite, le daré por herencia la tierra, le haré llover la lluvia temprana y tardía, le daré buena semilla para que siembren, le podré en alto, y el fuego de mi Espíritu estará en ellos; los cinco dedos de la mano edificarán mi iglesia; el hermano con el hermano compartirán banquete con alegría y gozo; se añadirán en multitudes los que han de ser salvos y el avivamiento de esta nación se extenderá hasta los confines de la tierra, porque mi venida esta cerca.

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Niños Desterrados


Es el título de este espacio dedicado a exponer los hechos reales, así como también unir las piezas del rompecabezas de todo lo que se ha constituido como los crímenes más devastadores de la historia y que aún siguen vigentes hoy: el abuso sexual infantil, explotación laboral infantil, la adopción ilegal de niños, el tráfico de niños para propósitos ilícitos como la venta de órganos, prostitución, pornografía y muchos otros abusos cometidos en contra de estos inocentes.

La pieza clave impulsadora de tales crímenes y explotación humana es la mezcla fatal de la Religión y Gobiernos, quienes han fracasado en traer ante la justicia a los abusadores, por la simple razón de que ellos mismo están detrás de todo eso y apoyados por el Vaticano. La acción conjunta de ambos ha dado lugar a una larga historia de abusos y negligencia en contra de la humanidad, en contra de la justicia y la dignidad en las naciones. Qué impacto ha tenido todo esto en estos niños a lo largo de su vida, quienes algunos fueron no solo desterrados de sus países sino también del amor y el cuidado de quienes están en la obligación de protegerlos, de darles cobijo, educación y respeto como seres humanos.

¡PEDIR PERDON NO ES SUFICIENTE! Las víctimas alrededor del mundo, la Fundación Protege a Tus Hijos y el Ministerio Internacional Creciendo en Gracia demandan justicia para todos estos actos horrendos cometidos por la Iglesia Católica y los gobiernos, los cuales deben dar cuenta por todo el abuso y negligencia.

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