Benjamin Netanyahu se dirige al congreso de EEUU este martes 3 de marzo para realizar un discurso político sobre el peligro que un Irán nuclear representa para Israel y hay varias coincidencias relativas al momento elegido para realizarlo que invitan a pensar que la elección de este día, no tiene nada de casual. Algo que a su vez también revela que las creencias de estos gobernantes, pueden llevarnos de cabeza al desastre.
Algunos cristianos y judíos ultrareligiosos están calificando este discurso como “llamada de atención”, y como“advertencia”; una advertencia que es extrañamente similar a otra advertencia similar producida hace 2.500 años en la que el pueblo judío se encontraba en grave peligro.
Según estos ultrareligiosos, la Fiesta judía de Purim y el discurso de Netanyahu convergen en una misma semana.
Purim celebra la intervención de la reina Ester para detener una trama que, de haber seguido adelante hace 2500 años, presuntamente habría dado lugar a un genocidio contra los Judios; curiosamente, Benjamin Netanyahu ha elegido las mismas fechas exactas para realizar un discurso aparentemente similar, que implica a los mismos participantes que hace 2500 años (pueblo judío y Persia) y las mismas fechas que entonces.
El discurso de Netanyahu se produce en el día exacto del ayuno bíblico de Esther, el mismo día en que la reina Esther supo por boca de Mordecai, su primo y padre adoptivo, del complot de Haman, el visir de Persia, que pretendía matar a los Judios; entonces, Esther reveló el complot al Rey de Persia, Asuero (Jerjes I), que detuvo a Haman y lo ejecutó.
Algunos de estos ultrareligiosos están insinuando que los paralelismos actuales llevan a concluir que Netanyahu es el moderno Mordecai, el congreso de EEUU es la antigua Esther y Obama representa al antiguo rey Asuero.
Una auténtica locura.
Sea como sea, quien crea que Netanyahu y el propio congreso de EEUU han elegido este día tan simbólico para el pueblo judío por mera casualidad, estará muy equivocado. Se podría haber elegido cualquier otro momento, cualquier otro día, pero han elegido precisamente este, buscando dicha coincidencia. Y lo más grave es que ha sido elegido tanto por el primer ministro Netanyahu como por el propio Congreso de EEUU.
Por lo visto, nuestros gobernantes parecen estar bastante locos y algunos de ellos dedican su tiempo y sus esfuerzos a reproducir acontecimientos bíblicos. ¿Qué será lo siguiente? ¿Tratar de provocar la batalla de Armagedón?
Probablemente los más ultrareligiosos verán “la mano de Dios” tras todas estas casualidades, pero al común de los mortales debería infundirles una profunda preocupación…
¿En manos de qué tipo de dementes está el mundo?