De esta manera, Trump es quien encabeza las encuestas dentro de su partido, y lo ha hecho con base en una campaña centrada en el tema migratorio con México y el proteccionismo comercial contra nuestro país, China y Japón.
Cabe señalar que el porcentaje de preferencias que Trump tiene es significativo dado el sistema de elección del candidato con base en “primarias” en las que los precandidatos compiten estado por estado, y quien resulta vencedor en cada elección estatal se lleva todos los votos electorales y delegados de dicha entidad rumbo a la convención republicana.
Así, las posibilidades de que Donald Trump sea el candidato republicano son elevadas, y si bien aún tendrá que contender contra quien sea designado por el Partido Demócrata, es una realidad que el empresario pudiera ser el próximo presidente de Estados Unidos.
Ante este escenario, las autoridades del gobierno federal mexicano deberían estar bastante preocupadas porque, más allá de los comentarios racistas y del hecho de que quiere deportar a 11 millones de connacionales que viven en Estados Unidos, si Trump quisiera renegociar o dar por terminado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) las consecuencias para la economía mexicana serían devastadoras.
En el año 2014 México realizó exportaciones totales por 397.128 miles de millones de dólares (mmdd), de los cuales 318.365 mmdd tuvieron como destino Estados Unidos, lo que representa 80.2 por ciento del total. Por su parte, en ese mismo año México realizó importaciones totales por 399.977 mmdd, de los cuales sólo 195.278 mmdd tuvieron como origen nuestro vecino del norte, lo que representó 48.82 por ciento del total importado por nuestro país.
De esta manera, podemos ver que tan sólo en 2014 registramos un superávit comercial con Estados Unidos de 123.087 mmdd, y cabe señalar que en los primeros seis meses de este año el superávit ya suma 59.563 mmdd, no obstante la caída en los precios internacionales del petróleo.
Estas cifras muestran claramente cómo el gran ganador del TLCAN es México, nación que se ha visto beneficiada además por todas las empresas que han emigrado de Estados Unidos para instalarse en nuestro país y desde acá realizar su producción para posteriormente exportarla al vecino del norte y a cualquiera de los otros 44 países con los que tenemos tratado de libre comercio.
Ante estos números, ¿qué sería de la economía mexicana si Donald Trump gana la elección presidencial y decide renegociar este acuerdo comercial o darlo por terminado? O bien, tal vez no gane pero, ¿qué pasaría si llega a tener tanta influencia en la agenda política estadounidense de manera que gane quien gane se haga una revisión del TLCAN, de manera que se busque hacerlo menos deficitario para Estados Unidos?
Desde luego que tendríamos en México un gran problema, ya que elsuperávit comercial con Estados Unidos es lo que nos permite financiar los déficits comerciales con las naciones asiáticas y europeas, los cuales ascendieron a menos 109.920 mmdd y menos 26.637 mmdd respectivamente en el año 2014.
Esto que escribo no es especulación ni amarillismo, ya que las declaraciones del precandidato Trump son indicativas de que habría problemas para México en el marco del TLCAN si él gana la presidencia de Estados Unidos. La semana que recién concluyó vimos dos muestras de ello:
Caso Ford: El martes 25 de agosto, en Iowa el precandidato reveló qué tan lejos llegará para reconstruir la planta manufacturera estadounidense.
De acuerdo con una nota publicada por CNN Money, en relación al plan de la empresa automotriz Ford de invertir 2.5 mil millones de dólares en una planta en México, en lugar de hacerlo en Estados Unidos, Trump dijo que detendría a Ford revocando efectivamente los beneficios del TLCAN.
Textual señaló: “Le diría a la cabeza de Ford: ´lo siento pero no lo voy a aprobar´” y después anunció cómo lo haría: “Tendrás que pagar impuestos por cada carro y cada camioneta y cada parte que atraviese la frontera sur. Vas a pagar un impuesto de 35 por ciento, ¿ok?... eso es lo que va a suceder”.
Caso galletas Oreo: El miércoles 26 Trump repitió lo que había dicho la noche anterior en el sentido de que dejaría de comer galletas Oreo debido a la decisión de la empresa de cerrar nueve líneas de producción de su planta en Chicago para mudarlas a México con una inversión de 130 millones de dólares.
Esto sin duda refleja un panorama complicado para nuestro país. Es verdad que no será fácil para Trump eliminar el TLCAN, ya que los republicanos procomercio controlan ahora la Cámara de Representantes y el Senado; sin embargo, un presidente Trump podría encontrar formas de fastidiar a México. Puede designar legisladores afines para la Comisión de Comercio Internacional, quienes podrían imponer aranceles a los productos mexicanos, además de que podría designar como representante comercial de Estados Unidos a alguien que esté de acuerdo con sus puntos de vista.
Ante lo expuesto queda claro que Donald Trump sí es un peligro para México, y está en manos de los estadounidenses el elegirlo como su nuevo presidente, pero es evidente que en nuestro país debemos estar preparados para lo que pudiera suceder en caso de que este personaje llegue a la presidencia del país más poderoso del mundo.
¿Estamos en condiciones de dar empleo y vivienda a los que vayan a ser deportados? ¿Podremos seguir financiando nuestro déficit crónico de 110 mil millones de dólares con las naciones asiáticas si se renegocia el TLCAN? Desde luego que la respuesta a estas preguntas es un rotundo no. Entonces, comencemos desde ahora a cambiar la realidad de México para tratar de ser menos dependientes del vecino del norte, ya que de lo contrario nos esperan años terribles de 2017 en adelante.
El autor es director general GAEAP.
alejandro@gaeap.com
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